Propuestas del camino a seguir

Ciertamente se evidencia la descomposición del régimen imperante.


El pueblo, en su mayoría, manifiesta su descontento y el deseo de un cambio total en la conducción del gobierno.


Ciertas capas de la población son concientes de que el cambio debe ser to tal, o sea, no solamente el cambio de personeros, sino el cambio del régimen actual. En esa posición se destacan los piqueteros, los desocupados encabezados por el Partido Obrero, quienes interpretan con justeza el camino a seguir, planteando como primer paso la constitución de la Asamblea Constituyente y soberana a ser formada por obreros, las asambleas populares, sindicatos y ciertos partidos de izquierda, que propugnan este método. Para el logro de lo expuesto y la posterior creación del Estado socialista, se impone la participación masiva de los obreros ocupados que representan el grueso de la comunidad y que son aproximadamente diez millones de personas, y que sumados a sus familiares representan la mayoría del pueblo.


Hoy, dadas las condiciones miserables en que se encuentran dichos obreros, se impone ganarlos a la lucha, lo que significa proponer inmediatamente mejoras en los magros salarios que actualmente reciben y que los mantienen en la total indigencia para lo que se requiere, que por nuestros medios llamemos a la lucha, dándole prioridad absoluta en los encabezamientos de nuestro periódico, volantes, pintadas o cualquier medio posible e incluso aconsejando a los piqueteros y desocupados llegarse a los establecimientos que ocupan asalariados, para que se sumen a la Huelga General y si es posible por tiempo indeterminado, pues por ese medio se logrará el cambio propuesto y la Asamblea Constituyente y soberana, y así erradicar a los gobiernos que nos mantienen en la miseria.


De lograr esta propuesta, seguramente la victoria será nuestra y no le servirá al gobierno proponer elecciones evidentemente truchas que pretenden imponer una vez más la misma forma de gobierno.