Nunca una palabra basta para decir lo que uno siente, ni con la mirada podría decir cuánto lo sientes.

La gente ya con nada se conforma porque no es lo mismo de antes, que con un beso o un abrazo pensaba que todo lo malo ya había pasado, pero ahora es lo contrario, le das esa dos cosas y piensan lo peor, que viene el diluvio o qué sé yo.

Pero bueno, todo tiene una cara y ellos no creen, sólo piensan en sus problemas, que lo hacen caminar por las paredes. Se ahogan en un vaso de agua y ni corazón ya tienen.

Piensan que nosotros somos los vendidos de este gobierno corrupto y lleno de ladrones. Pero no es así, somos gigantes peleando por el pueblo; en el día de hoy ya no nos dan la espalda, por ser simplemente piqueteros somos un pueblo unido que enfrenta al gobierno. No existen balas ni barreras, no existen ni siquiera los policías para matarnos, como ellos quieren. Porque somos el pueblo. Somos el Polo Obrero.