Salta: Romero disfraza un golpe policial

El gobernador Romero de Salta mandó a la Legislatura provincial un proyecto por el cual los menores de 18 años no podrían estar en los boliches después de las doce de la noche. La excusa es que en los boliches se vende alcohol.


Si la Legislatura lo aprueba, estar en un boliche pasadas las doce nos convertirá en “contraventores” y podremos ser detenidos por la policía.


Quitarle la noche a la juventud es simplemente una aberración. Además es inviable. Duhalde ya fracasó.


Romero quiere convertirnos en “cenicientas”; que salgamos corriendo de los boliches antes de la medianoche. Pero no nos dice adónde deberíamos ir. ¿Nos propone algún entretenimiento diferente? Nada, nada.


Dice que quiere que no tomemos alcohol. Pero no prohíbe la prostitución ni el juego. Al contrario, los promueve con la excusa del “turismo”. ¿Quiere que vayamos a las timbas o nos prostituyamos en lugar de consumir alcohol?


Lo que Romero quiere, en verdad, es ponernos bajo estado de sitio. Darle a la policía el poder para detenernos, en cualquier lugar, después de la medianoche.


Quiere establecer un régimen de control policial, con enormes implicancias políticas. No solamente porque fortalece al aparato represivo, sino que también lo fortalece frente al aparato judicial, condicionando las investigaciones sobre 'gatillo fácil', penas de muerte no judiciales, desapariciones de chicas, etc.


¡Es un verdadero golpe de estado!


En lugar de mandarnos la cana, lo que Romero tendría que hacer es un plan de trabajo y de capacitación para toda la juventud e invitarla a disfrutar de la noche, o sea de la imaginación y la fantasía, de la vida misma.


Sin jóvenes ni noches, no habría poesías ni romances.