Ser o no ser artista… bajo el capitalismo

Sociales

El compañero Matías busca plantearse en el Correo de Lectores (PO Nº 1.052), el problema del artista (quién lo es, quién no, quién lo define). Sin embargo, el texto no llega a ninguna conclusión, a mi entender, porque aborda el problema desde una perspectiva pequeñoburguesa. Sucede que un obrero que trabaja 12 ó 14 horas al día, y pinta en su poco tiempo libre, es un artista. No importa si las patronales de la cultura lo entienden así, el hombre es lo que hace.

Justamente, el problema no es el ser, sino las condiciones (la organización social) en las que se desarrolla ese ser. Por eso, el problema del arte y su desarrollo no es ni estético ni filosófico, es político. El arte bajo el capitalismo, es privatizado, está oculto a las masas. Es decir, tiene una orientación social capitalista que confina a nuestro obrero-pintor a la fábrica, y con el tiempo, lo obligará a abandonar su producción artística. Por ese motivo los artistas deben defender su independencia, porque acordar con la burguesía hace peligrar su misma producción. Y sus intereses están con la clase obrera, aunque los pequeñoburgueses lo pongan en duda. De la misma manera que se refiere a un artista, se refiere a cualquier trabajador, que debe saber que su lugar es con los intereses de la clase obrera. Eso no lo hace de “otra clase”.

Para que “todos seamos artistas” es imperioso un programa de salida a la crisis de la cultura.

Con preguntas ontológicas, retrocedemos.