Sobre analogías históricas

L. G y J. L.

Las analogías históricas son útiles siempre y cuando se atengan a cierta rigurosidad analítica. De lo contrario, sólo sirven para sembrar más confusión.

Tal es el caso de la aparecida en una Carta de Lectores, en el número anterior de Prensa Obrera, titulada “Similitudes”.

Equiparar el enfrentamiento de Moyano y La Cámpora con lo ocurrido entre los SA y los SS en la Alemania nazi, en la década de los ’30 del siglo pasado, nos merece serios reparos. Los SA, cuyos ideólogos eran los hermanos Gregor y Otto Strasser, exigían una segunda revolución nacional anticapitalista, y su fuerza de choque estaba encabezada por Ernst Rhöm. La única coincidencia ideológica que tenía con los SS era el antijudaísmo. Los SS, fuerzas de choque paramilitares, defendían la política de Hitler, quien ya había consumado su alianza con los grandes magnates de la industria pesada alemana. La “noche de los cuchillos largos” de 1934 puso fin a este antagonismo, con los resultados que todos conocemos.

Pero en tren de seguir con las analogías, hay otra que nos parece más rica en sugerencias: el choque entre Montoneros y la Triple A del brujo López Rega. Los Montoneros (SA) luchaban por una patria socialista, la Triple A (SS) quería una Comunidad Organizada con siniestras reminiscencias medievales.

Además, tenemos que señalar, para evitar caer en groseras simplificaciones, la diferencia abismal de contexto y etapa histórica: Alemania, una vigorosa potencia expansionista; Argentina, bajo la hegemonía del poder imperial.

Para regresar a la actualidad, la disputa entre Moyano y los “nenes bien” de La Cámpora se reduce a una lucha fraccional por el manejo de las cajas (entre otras las de las obras sociales).

Es una expresión condensada de un bonapartismo tardío.