Sobre la cuestión kurda y la guerra

Mi querido compañero Oviedo, queridos compañeros del Movimiento por la Refundación de la IV Internacional (MRCI):


Antes que nada, como un marxista de Medio Oriente, dejame agradecerte que hayas dedicado tu artículo “Irak y la cuestión kurda – una política revolucionaria puede derrotar a los yankis”, publicado en Prensa Obrera (N° 782, 28/11/2002) a la cuestión nacional kurda y hayas explicado la importancia de su papel para una revolución en Medio Oriente. Por otra parte, estoy un poco sorprendido (…)


Quiero empezar por el punto más importante. Es en la siguiente oración, al final de tu artículo: “No es el poderío militar sino las insalvables limitaciones del nacionalismo iraquí lo que le da al imperialismo una carta de victoria” (…) (el) nacionalismo iraquí (…) no es de ninguna manera antiimperialista sino una ideología colonialista, creada por el régimen reaccionario del Partido Baath.


En este sentido, tu artículo puede ser reconocido como una continuación del error, ocurrido con el “Proyecto de Resolución del MRCI”, hace algunos meses. Para mí, es claro que en tu artículo no seguís la misma vía para llamar a un “frente único” con el régimen del Partido Baath… No es sólo a causa de mi sensibilidad sobre la cuestión kurda, lo que me evita comprender cómo vos –como marxista– utilizás tal argumento, sino la falta de suficiente atención a los hechos. (…)


Como consecuencia de mi creciente sensibilidad después de esa discusión, tu artículo me parece un error fatal, que abre la vía de adaptación al nacionalismo colonialismo iraquí del régimen del Partido Baath.


Querido compañero, otro error que veo en tu artículo es que no hay una palabra acerca de la naturaleza colonialista-bárbara del régimen del Baath sino explicaciones a nuestras hermanas y hermanos de Argentina acerca de la “naturaleza colaboracionista” del PDK (Partido Democrático del Kurdistán) y de la UPK (Unión Patriótica del Kurdistán), los dos partidos nacionalistas más fuertes del Kurdistán del Sur, las direcciones de la lucha armada contra el régimen colonialista del Baath por muchas décadas. Haciendo descansar tus tesis en el aparato de desinformación de los imperialismos norteamericano e inglés, como The Economist o The New York Times, argumentás que “los dirigentes de los kurdos iraquíes están sometidos al imperialismo norteamericano”, que “han renunciado a su reivindicación nacional histórica, un Kurdistán independiente”, que ” colaboran con la agresión norteamericana”, etc. (…)


Pero compañero, repito, no es políticamente correcto que no digas una palabra acerca de la lucha centenaria del pueblo kurdo por el derecho a su autodeterminación nacional o sobre la naturaleza colonialista y bárbara del régimen iraquí y su papel de sirviente del imperialismo, sino que argumentes acerca del carácter colaboracionista de las direcciones kurdas, que dirigieron muchas insurrecciones armadas contra el imperialismo inglés y contra el colonialismo, en este artículo, dedicado a la cuestión kurda. Aquí hay algunos puntos que quiero recordarte.


Para nosotros, compañero, es muy claro que las direcciones nacionalistas burguesas o pequeño burguesas pueden cooperar o colaborar con un Estado burgués, contra uno colonialista, por sus propios intereses de clase. (…) Las direcciones burguesas o pequeñoburguesas del movimiento nacional kurdo, por supuesto, no son una excepción; siempre tienden a usar las contradicciones entre una y otra fracción nacional de la burguesía internacional, incluido el imperialismo.


Las direcciones del PDK y de la UPK, por otra parte, no sólo están luchando contra los colonialistas irakíes sino también contra el bloque colonialista de cuatro Estados (Turquía, Irán, Irak y Siria) y diferentes Estados imperialistas, incluyendo a los Estados Unidos y Gran Bretaña. (…)


Por otra parte, mi querido compañero, imaginemos que las direcciones kurdas colaboran con el imperialismo norteamericano en “la perspectiva de asociarse a los vencedores en la explotación de las riquezas petroleras del Kurdistán iraquí”. Pero ellos buscan explotar todos los recursos humanos y naturales del Kurdistán, en un Estado independiente. Aunque la alianza colonialista de cuatro Estados y el imperialismo están contra esto.


¿Qué pasa si el PDK y la UPK alcanzan un acuerdo con el imperialismo norteamericano por un Estado independiente? ¿Una dirección nacionalista de un pueblo colonial, que tiene el objetivo de su propio Estado nacional, pierde su carácter nacionalista, sólo como consecuencia de su cooperación –o colaboración, si deseas– con un Estado imperialista contra uno colonialista? ¿Lucharemos contra ellos? ¡Seguramente no! No debemos olvidar que casi todas las guerras de liberación nacional, en la historia, han ganado el apoyo de un Estado imperialista, que es el rival de uno colonialista.


Para nosotros, la autodeterminación del pueblo kurdo –como la de cualquier pueblo colonizado– no significa más que “la autodeterminación política, la independencia estatal y la formación de un Estado nacional”, como lo formulara Lenin contra la concepción economicista de Rosa Luxemburgo, hace casi un siglo. No importa si el Estado depende del imperialismo política y económicamente.


Querido compañero Oviedo, vos también argumentás que las direcciones kurdas “han renunciado a su reivindicación nacional histórica, un Kurdistán independiente”. Vos llegás a esa conclusión después de leer “sus propias palabras”, en The Economist (5/10), que “comprenden que la independencia no es una ambición realista”. Pero no hubo –y no hay– una sola declaración del PDK o de la UPK que pruebe que “han renunciado a su reivindicación nacional histórica, un Kurdistán independiente” (sería un suicidio político si una organización kurda declarara esas ideas. Es exactamente lo que hizo el PKK del Kurdistán del Norte, hace algunos años).


Querido compañero, es cierto que el PDK y la UPK declararon muchas veces que no tienen nada contra Turquía, Irán y Siria y que aceptan la integridad territorial de esos Estados, por supuesto bajo la presión de éstos últimos. Bajo el embargo económico y las presiones militares, incluso aceptaron un Estado federal, en el cuadro de la integridad territorial de Irak, bajo una constitución democrática, que han declarado el mes pasado.


Con el objetivo de no tener estas equivocaciones, antes que nada, es necesario reconocer al Estado de facto del Kurdistán del Sur no como un regalo o como una bandeja dorada, ofrecida por el imperialismo, sino como una conquista histórica de la lucha armada de décadas, en la cual el pueblo kurdo –y sus direcciones– jugaron un papel activo. Sólo después de reconocer al pueblo kurdo como el sujeto de su propia historia, podemos explicar los límites de sus direcciones sobre bases materiales (económicas y sociales). Si olvidamos esta realidad, que el Kurdistán es un país dividido entre cuatro Estados colonialistas, que cada uno de esos Estados tiene su propia estructura de producción/reproducción, que cada Estado colonialista tiene un régimen diferente, basado en diferentes dinámicas y niveles de la lucha de clases, que cada uno de ellos ocupa diferentes posiciones en el capitalismo mundial y tiene diferentes relaciones con los imperialistas, simplemente podemos perder la forma materialista histórica de análisis del Kurdistán.


Querido compañero, todos nosotros queremos ver un Estado kurdo indepediente y unido, incluso socialista. Pero no podemos reclamarle a una dirección burguesa que no coopere o colabore con uno u otro Estado imperialista sino con el verdugo colonialista de su propio pueblo, es decir, el régimen del Partido Baath, encabezado por Saddam. De otra manera, nosotros estaríamos dispuestos a apoyar la liberación nacional del pueblo kurdo, sólo con una condición: si dejan de negociar con los Estados burgueses y envían tropas guerrilleras a Turquía, Irán y Siria, por una lucha armada por un Kurdistán independiente y unido (¿queremos que sean derrotadas y masacradas?).


Querido compañero Oviedo, en oposición a tu argumento, las direcciones kurdas no “colaboran con la agresión norteamericana”. Desde el mismo comienzo de la “crisis”, ambos, el PDK y la UPK, declararon muchas veces que están contra cualquier tipo de intervención contra Irak y que no quieren jugar el papel de la “Alianza del Norte” de Afganistán. Por favor, no te confundas: las direcciones kurdas del Kurdistán del Sur no participaron de la conferencia de la oposición iraquí, organizada en Londres. (…)


Mi querido compañero, también es útil en este punto agregar algo a tu recuadro “Una experiencia histórica” (Prensa Obrera (N° 782, 28/11/2002) que das como un ejemplo: En su Segundo Congreso, la Internacional Comunista decidió reemplazar el término “democrático burgués” por el de “movimiento nacionalista revolucionario” con el objetivo de hacer claro que los comunistas apoyan a las direcciones nacionalistas burguesas de los países colonizados, si son realmente revolucionarias y no impiden a los comunistas organizar a los trabajadores y a los campesinos con una esencia revolucionaria.


A pesar de todas las provocaciones de los Estados imperialistas y colonialistas, no es Irak sino el Estado de facto del Kurdistán del Sur el lugar más democrático en Medio Oriente. Es el único país donde todos tienen el derecho a tomar las armas y todas las organizaciones y partidos, incluyendo a los comunistas irakíes e iraníes, pueden usar las posibilidades de los gobiernos locales para sus actividades de propaganda escrita y radial. Además, casi todas las organizaciones en el Kurdistán del Sur tienen, legalmente, sus propias milicias. Esto, por supuesto, no es como consecuencia del “carácter proletario democrático” del PDK y de la UPK sino de la democracia de los trabajadores y campesinos armados.


Querido compañero, a pesar de las claras contradicciones entre tu última oración y tu hipótesis de lo que el régimen iraquí debería haber hecho, quiero recordarte que el régimen colonialista del Partido Baath en el pasado, muchas veces, declaró su reconocimiento de ciertos derechos nacionales de los kurdos. Pero a cada declaración le siguió una masacre sangrienta. Es por esto que los kurdos –y sus direcciones, por supuesto– no le creen a los colonialistas iraquíes y quieren ser reconocidos internacionalmente (¡es por esta razón que vos y los compañeros del MRCI los consideran “sometidos”!). Por otra parte, mi compañero, desde el momento en que ellos crearon un Estado kurdo de facto, con todas las instituciones, bajo la supervisión de las Naciones Unidas, no necesitan ningún levantamiento contra los colonialistas iraquíes, como vos calculás. Ellos son libres, pero bajo la intensa presión y amenaza del imperialismo y de la coalición colonialista de cuatro Estados. Esta es la razón por la cual la Liga Marxista de Trabajadores (Turquía) y el Partido de Liberación del Kurdistán (Rizgari) reclamamos la defensa incondicional del Estado de facto kurdo.


Espero, mi querido compañero, que mi respuesta no sea demasiado larga. A pesar de mi pobre inglés, espero haber podido explicar mis cuidados por evitarte cualquier tipo de malentendido. Si he comprendido algo incorrectamente, sentite libre de corregirme.


Con saludos revolucionarios para vos y todos los compañeros.