La Comisión Directiva de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA) – Delegación Córdoba, desea hacer pública su solidaridad con el grupo de artistas plásticos ecologistas Urbomaquia, en relación con las acusaciones dirigidas a éste por un ciudadano y por el intendente Luis Juez, por causa de los grafitis escritos sobre basureros del área peatonal en Córdoba, el domingo 15 de mayo de 2005. La imputación legal por la que se detuvo a las artistas se debió a una supuesta destrucción de mobiliario urbano, sin tener en cuenta la prioridad del derecho a la libertad de expresión asentado en la Constitución nacional.

No es una actitud aislada ni otro exabrupto del intendente. La Municipalidad ha dejado en último lugar a la cultura pues, de hecho, ha suspendido sin término la aplicación del Fondo Estímulo a la Actividad Editorial, Teatral y Musical; el Premio Luis José de Tejeda está en permanente peligro de desaparición, y la Feria del Libro está cayendo en un raquitismo intelectual y material. Esos eran los principales aportes del Municipio a los artistas, escritores, intelectuales y pequeños productores de la industria cultural cordobesa. Pero a la hora de censurar y reprimir Juez está presto. Como ocurrió con la muestra de Navidad y la obra de Fraticelli. Y siempre la autoridad en materia de cultura la ejerce el Ejecutivo municipal y no la dirección correspondiente. Con los trabajadores de la cultura no hay reuniones donde esté presente el gabinete municipal: eso se reserva a los que juzgan el arte desde otros intereses (Iglesia, Cliba). A eso se le llama autoritarismo, en Córdoba o en cualquier otra ciudad.

Que Juez se ocupe de la cultura para apoyarla, no para reprimirla. De eso, ya tuvimos bastante.

 

Eugenia Cabral (presidenta), Juan Croce (secretario), César Vargas (prosecretario), Raque Rodríguez (secretaria de actas). SEA Córdoba