Un techo para mi país

"Cuando tenés un techo, no tenés techo" es el eslogan de esta campaña de la ONG Techo, antes llamada ‘Un techo para mi país', dando a entender que la estructura edilicia, mal llamada vivienda, que construyen los voluntarios de dicha organización, es el pie para terminar con la pobreza y la marginalización.


Las "techadas" o jornadas de construcción, donde los voluntarios se dirigen a los asentamientos para construir las "viviendas" en un plazo de 48 horas, son antecedidas por un trabajo de "detección" que realizan desde las oficinas centrales y consiste en buscar, en los asentamientos o barrios marginados, los posibles beneficiarios, quienes como requisito deben tener un terreno donde construir y deben pagar el 10% del valor de la construcción; y sucedidas por la conformación de una mesa de trabajo donde se dictan talleres de oficio, se otorgan microcréditos y se conforman juegotecas y talleres de apoyo escolar.


Ahora bien, lo que esta ONG llama "vivienda" o "casa" no es más que una casilla de madera sin divisiones, instalaciones eléctricas y sanitarias y con techo de zinc. Proclamar que estas construcciones son una vivienda digna o peor aún una "solución concreta" para la pobreza no sólo es un insulto a la inteligencia de la gente, sino que deja en evidencia la visión verticalista y extremadamente asistencialista de esta organización que no me atrevo a caracterizar como "sin fines de lucro".


Esta ONG, es aclamada y repetidas veces premiada por diferentes representantes capitalistas internacionales, no porque haya traído a los 19 países en los que está presente alguna solución a la exclusión, sino porque, de manera magistral, proporciona a las empresas una forma de evadir impuestos y obtener propaganda y a los estados capitalistas una forma de eximirse de toda responsabilidad y crear en la conciencia colectiva la idea de que la pobreza es una suerte de agujero circunstancial en las en las economías de los estados subdesarrollados y este tipo de organizaciones funciona como parche.


Para poder financiar las construcciones, Techo no sólo recauda dinero de las colectas masivas y donaciones particulares sino que cuenta con lo que ellos llaman "socios estratégicos" entre los cuales podemos nombrar: La Nación, BCG (Boston Contulting Group), LAN, Deloitte, JP Morgan, Kelloggs, Coca Cola, Bank Of America, Merrill Linch, DHL, Home Plan, Enel Cuore onius, Caterpillar, Easy, isover, Via Bariloche, Nextel, TerniumSiderar, Santander Rio, Danone, Zurich, Roemmers, Molinos, Acindar, Mercedes-Benz, PSA, Peugeot, Citroen, Nevada, Infoxel, Cuponstar, Colorín, Deutsche Bank, La Pirada, ManagementPress, Distribuidora Metropolitana, BID (Banco Interamericano de Desarrollo), Banco Hipotecario, Mercado Libre, etc.


Al grito de "Peor es nada" y de "El pobre, es pobre porque quiere" los voluntarios de Techo reivindican su "lucha contra la pobreza" llamando al asistencialismo y se "ganan el cielo" visitando a los pobres y favoreciendo a quienes son responsables de su pobreza: Las mismas empresas que no les dan trabajo o los explotan, los mismos estados miran para otro lado.