“Una huelga histórica”

El lunes 6 de septiembre pasa­do, paramos el diario (El Territorio) en reclamo del pago de 500 pesos como parte de la deuda que mante­nía hasta ese día la empresa con no­sotros, correspondiente a los suel­dos de julio y agosto, y dos aguinal­dos. Fue un hecho histórico, porque se trató de la primera vez, en los 79 años que tiene la publicación, que el diario no salió por una huelga de tra­bajadores.


Fue duro, porque nos quedamos acá hasta las dos de la mañana pa­ra impedir la salida del diario y nos trajeron a dos guardias de una em­presa de seguridad privada que no nos dejaron ingresar unas pizzas pa­ra cenar, porque el gerente había dado esa orden. Igual comimos en el cerco del patio hasta donde sí nos pudieron pasar las pizzas.


Al día siguiente, los más com­bativos (unos once de redacción y unos 20 de los gráficos) fuimos invi­tados a quedamos en nuestras ca­sas con un franco pago (suspensión encubierta) para descomprimir la si­tuación. Fue muy violento, porque los mismos guardias de la noche an­terior nos hacían firmar la notifica­ción en la puerta y nos negaban el ingreso a la planta. Hasta hoy tienen guardias privados en la puerta, te­miendo no sé qué cosa, ya que es­tamos en conciliación obligatoria en la Subsecretaría de Trabajo y se su­pone que mientras eso dure, no po­demos hacer medidas de fuerza.


Con nuestra protesta no logra­mos que nos pagaran ese día los 500 pesos, que era el motivo por el que salió el paro, pero sí consegui­mos que blanqueen a la mayoría de los compañeros que estaban en ne­gro. Creo que quedarán sólo tres en esa situación. El pago de esa deuda recién lo alcanzamos unos días des­pués, en dos pagos.


Es que el lunes querían que le­vantáramos nuestra medida de fuer­za con los doscientos pesos que ha­bían juntado para ese día, pero la asamblea se negó y votó el paro hasta que apareciera la plata. Des­pués vino la subsecretaría de Tra­bajo y convocó a las partes a sus ofi­cinas para el día siguiente, pero re­cién al mediodía dictó la concilia­ción. El paro igual salió, y nos que­damos en la planta hasta las dos de la mañana. Teníamos muchas du­das, porque nos decían que si to­mábamos la planta nos podían de­salojar por la fuerza. Yo desconozco cómo es el tema, pero la cuestión es que a las 11:20 de la noche la pa­tronal decidió que el diario no salía, con el criterio de que si a esa hora se resolvía el conflicto, ya el pro­ducto no se podía hacer en buenas condiciones. Nosotros nos quedá­bamos en nuestro lugar de trabajo porque no queríamos que otros, o los jerárquicos (que eran tres), sa­caran el diario con los chupamedias de siempre.


Lo importante es que ese día se logró demostrar a los descreídos que si peleamos todos juntos pode­mos conseguir algunas cosas. Aho­ra no tenemos que desaprovechar este momento para seguir peleando por nuestros reclamos. Ya les con­taré cómo sigue.


Por ahora el tema está en las ne­gociaciones en Trabajo, que siem­pre terminan en nada; así que des­pués la lucha seguirá acá. Ahí vere­mos cuántos se suman, porque con la represalia en contra nuestra (esos francos pagos que nos dieron) aho­ra hay mucha gente con miedo que ya no tendrá muchas ganas de ple­garse a medidas de fuerza.


Igual habrá que estar prepara­dos, porque cuando Trabajo libere a las partes es casi seguro que habrá despidos, por lo que tendremos que pelear por las reincorporaciones. Cuesta mucho eso acá, porque hay que pelear contra el patrón y contra la falta de conciencia de lucha de va­rios de los compañeros, y como no somos muchos, eso a veces te jue­ga en contra.


Un abrazo grande.