Una impresión sobre Mariano y la juventud

EXCLUSIVO DE INTERNET


Hace un año me gustaba decir que Mariano representa toda esa juventud que trabaja, que lucha y que se organiza. Pero era un decir. Yo sabía que Mariano antes que nada era un compañero de la UJS de Avellaneda, un militante del Partido Obrero, un militante de mi partido, un compañero mío. Para ese entonces sentía que todo lo que tenía que ver con su vida privada era anecdótico. En cambio, su militancia me resultaba de lo más importante. Decían que era un cuadro de la UJS de Avellaneda, que había hecho un gran trabajo político. Hoy lo siento completamente diferente. Ya me cuesta creer que sea mi compañero. Me cuesta creer que sea militante del PO, que haya militado en la UJS Avellaneda, luchado en la Fuba. Todo eso es anecdótico.


Para mí, Mariano ya es un símbolo universal de la lucha contra la opresión, un símbolo de esa juventud que lucha, que trabaja y que se organiza. Hoy lo veo y no puedo creer que fuera del Partido Obrero, que fuera de la UJS Avellaneda. Y quizás no encuentre hoy mayor expresión de que la lucha contra el capital no tiene fronteras, que el hecho de sentir que Mariano podría haber militado en España, en Inglaterra, en China, en Japón o en Estados Unidos. ¿Argentino? ¿De Avellaneda? Poco creíble. Siempre las grandes historias vienen de países lejanos. Será tal vez que la suya no es una gran historia; o que, de serla, no es diferente a la mía o a la del resto de mis compañeros, ni a la de esa juventud que lucha, que trabaja y que se organiza.


Entonces, me pongo a pensar y me impresiona el rol histórico, la importancia política que tiene nuestra generación para la renovación mundial de este régimen; y no puedo dejar de pensar que si Mariano produjo todo lo que produjo ya estando ausente, cuánto producirá nuestra generación en vida, cuán profundos serán los cambios que impulsemos. Y hasta dónde llevaremos la bandera de Mariano; una bandera que hoy ya es, sin lugar a dudas, internacional, obrera y socialista.