Una vez más el Estado paga en negro


Que el Estado es el principal empleador en negro no es novedad, aquí va una más del Pami.


 


El centro de jubilados de “Villa Castellino” me “contrató” (en negro por supuesto), para prestar un servicio de enfermería para los jubilados y socios.


 


El dinero para pagarme lo daba el Pami, una forma de subsidio que ellos llaman “posta”; cabe aclarar que el Pami supervisó mi “contratación”, exigiéndome certificados de estudio, documentos, etc.


 


Cuando me enfermé, y tuve que faltar cinco días, el presidente del centro no me recibió los certificados médicos y me amenazó diciéndome: “si los socios se quejan el Pami nos retira la posta”.


 


Fui al Pami de Avellaneda, donde la encargada de las relaciones con beneficiarios, Marisa Souto, me dijo: “no queremos problemas, hay muchos centros de jubilados esperando una posta”.


 


El resultado fue el previsible, me echaron.


 


Una vez más, vemos cómo el Estado paga en negro y coopta voluntades, en este caso de la manera más perversa, convirtiendo a los trabajadores jubilados en patrones negreros de los actuales trabajadores.