Veinte argentinos expulsados de España

Como española residente en Buenos Aires desde 1953, se me mezclan la rabia, la impotencia, el dolor y la certeza de que el capital no tiene madre, ni padre, y lo único que le importa es acumular “a como sea”.


España es una madre que nos explota, nos roba y ahora nos deporta. En sólo tres días (27/28 de setiembre y 3 de octubre) se produjeron en Barajas, Madrid, 15 “inadmisiones” – así les llaman – , de argentinos que no pudieron entrar a España, y suman 20 en sólo un mes (Clarín, 4 y 5 de octubre). La Ley de Extranjería del 2000 N° 4 y N° 8, con la modificación incluyendo a nietos de españoles, exige condiciones imposibles de cumplir para la inmensa mayoría. Contratos de trabajo, que aún obtenidos en España, deben luego tramitarse aquí, pero si aparece un español solicitando el mismo empleo, lo pierden. ¿Qué empleador espera por un contrato, cuya tramitación dura alrededor de un año? Deben viajar con pasajes de ida y vuelta, el que lo hace en busca de trabajo pierde el retorno, además de quedar luego en la ilegalidad. Hasta ahora había un “acuerdo”: no deportar latinoamericanos; desde septiembre se quebró el “acuerdo”. Los argentinos fueron expulsados en el último mes por distintos motivos: desde portación de aspecto hasta falta de algún documento; se incluyen nuevos requerimientos todos los días, por no tener definido un lugar de residencia, hotel, familiar que recibe, etc., o no contar con un contrato de trabajo.


La situación de los que se quedan como ilegales podemos imaginarla: trabajo en negro, cobrando la tercera parte, falta de todo tipo de asistencia social, estar sometido diariamente a la persecución de las autoridades. Pero la gente se va igual, el presente aquí los empuja.


Cuesta mucho, no se puede aceptar desde la razón, desde la justicia, y también desde el corazón, que esto nos esté ocurriendo, cuando durante siglos España y Europa toda exportaron trabajadores a estas tierras americanas cada vez que lo necesitaron, y sacaron de aquí todo lo que quisieron: desde la explotación y persecución y hasta la muerte de la población nativa que se rebelaba, mercado para sus productos y saqueo de las riquezas.


A España le siguió Inglaterra, luego Estados Unidos; últimamente nuevamente España, con la mayor parte de sus inversiones en el exterior puestas en Latinoamérica.


Esas “inversiones”, como las de Iberia en Aerolíneas, en muchos casos mentirosas, o con tarifas como las de Telefónica, que nada tienen que ver con las tarifas que pagan en España a la misma empresa. Con los contratos hechos con Repsol, que nos está dejando sin petróleo.


El “Día de la Raza” del 2001, como allí le llaman, estaba yo allá, en la aldea de Galicia donde nací. Era una fiesta, hacían compras de todo tipo, incluyendo propiedades. ¿Quién se acordaba del riesgo país de Argentina, de su crisis, de su desempleo creciente, de su posible default?


De América todavía les llegaba dinero, y mucho; eso y expulsar a los trabajadores que les sobraban es lo único que les importó desde siempre cada vez que miraron para aquí.


Repsol, Aerolíneas, Telefónica, los bancos, todos estos negocios significan dinero, riquezas que se nos roba con contratos realizados entre gobernantes corruptos de aquí y de allí. Antes de Aznar-Menem-De la Rúa, fueron Felipe González-Raúl Alfonsín, y antes, antes, el Generalísimo Francisco Franco expulsando trabajadores, porque sobrábamos, y opositores políticos en el ’39.


Hay en Buenos Aires un millón de gallegos; hoy, muchos de ellos, y sus descendientes, en una terrible situación económica, como los que viven en Mar del Plata; por desocupación, por pensiones miserables luego de toda una vida de trabajo, por el robo de sus ahorros a raíz del corralito.


Los bancos españoles tienen total y absoluta responsabilidad por su complicidad absoluta con las políticas de Menem-Cavallo y Cía. También Telefónica, Iberia, Repsol con la remisión de ganancias por adelantado antes del corralito.


Ni el gobierno del PP con Aznar, ni el Psoe desde la centroizquierda “progre” se diferencian en absoluto en sus propuestas políticas de gobierno o desde la oposición. Las leyes de extranjería que los ocupan diariamente en el Congreso, los encuentran “jugando a que se oponen”, cuando en realidad a lo que no se atreven es a decir claramente, como mis parientes de allí, “aquí no hay lugar”. Están por los intereses de clase que representan, claramente unidos para evitar el ingreso en España de trabajadores marroquíes, venezolanos, argentinos o lo que sea.


Inventan una Fundación Galicia Saúde para asistir a 140 gallegos mayores de 65 años, o una Mesa de la Emigración allí con burócratas que van a hacer “un estudio de la situación de los gallegos en Venezuela y Argentina”. Podrían invitar a los frenapistas de aquí que tanto saben de foros y de mesas.


¿Qué denuncia, qué solicita la diputada del Psoe que acaba de visitar Montevideo y Buenos Aires? Denuncia un envío humanitario desde España en mal estado y la necesidad de más personal y más comodidades en los consulados. ¿La política de concentración económica, de saqueo financiero, de desocupación resultante de la que son cómplices las empresas españolas, no son motivo de análisis para la centroizquierda española? Con su política cuando fueron gobierno y ahora desde la oposición queda demostrado que no tienen nada diferente para ofrecer a los trabajadores y al pueblo de aquí y de allá.


En pleno gobierno de Felipe González, a mi padre reclutado por Franco durante toda la guerra civil, y con una grave enfermedad que lo inhabilitó para el trabajo a los 53 años, nos fue negada una pensión “por no constar en los archivos”, constatación muy fácil de realizar con sólo consultarlo en su pueblo.


También, durante cualquiera de los gobiernos que se sucedieron en España, los emigrantes fuimos saqueados y engañados – hay muy pocas excepciones – , con nuestros bienes de allí, producto de una connivencia descarada entre autoridades, abogados y familiares.


El “Día de la Raza” es en realidad el día de la conquista, saqueo y muerte de los americanos. Por todo esto y mucho más:


  • • Defendamos el derecho de retornar e ingresar a España de todos los que así lo deseen. Basta de persecución. Legalización para los “sin papeles”.
  • • Repudiemos la política de saqueo de las empresas españolas en Argentina. Expropiación sin indemnización.
  • • Denunciemos la pusilánime respuesta del gobierno argentino frente a la expulsión de los veinte argentinos.
  • • ¡Qué se vayan todos!