Vivir para creer

Escribo para comentar mi experiencia. Mi nombre es Raquel, y soy de Villa París. Me incorporé al Polo en octubre del año 2003. Poco a poco, como marchante me fui interiorizando de la política del Polo y del Partido Obrero gracias a compañeros como Indiana y Augusto, hasta que en febrero me incorporé como invitada a un círculo partidario.


Hoy paso entre seis y ocho periódicos, participo de todas las actividades del Partido, estoy estudiando el curso del Estado y discuto la prensa con mis vecinos del barrio y los vendedores ambulantes del tren Metropolitano, línea Roca (porque soy tarjetera). Me siento muy bien y orgullosa de pertenecer a un partido que lucha por el gobierno de los trabajadores. Con respecto a la ANT, estuve en la Comisión de la Mujer y fue una gran experiencia. El hecho de estar en un círculo me ayudó a desenvolverme políticamente. Planteé el problema de los niños celíacos y de la falta de alimentos para ellos en los comedores y merenderos; o el derecho a la ligadura de trompas para las mujeres de alto riesgo, sin trabas burocráticas (estoy embarazada y voy a tener la sexta cesárea). Y me pareció espectacular la votación de que sean más mujeres las que participen en la dirigencia política (porque casi el 65% de las integrantes del Polo son mujeres).


Con respecto a la Cuarta Internacional, fue un honor estar ahí. Fue una experiencia sorprendente, por lo que debatimos en el barrio y transmitimos a los que no fueron: la importancia de crear una organización internacional de la clase obrera. Muchos no podían creer el hecho de que se juntaran varios países con el mismo planteo.


Escribo esto para que sirva como incentivo para los compañeros del Polo, y demostrarles que ser una simple tarjetera o un simple cartonero no impide llegar a tener esta gran experiencia (adquirir conocimiento y conciencia política); y que a pesar de ser humilde se puede volver a creer en un gobierno de los trabajadores y de la clase obrera.