“Ya no gritamos, lloramos”

Esta frase fue pronunciada por una enfermera del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, cuyos trabajadores están dispuestos a profundizar la lucha contra el gobierno de hambre de Ibarra.


Un grupo de autoconvocados reclama aumento de salarios, una guardería para los hijos del personal, remodelación de quirófanos, ropa, insumos y nombramientos.


El día 21 último, el director del hospital, Dr. Cánepa, citó a un representante del gremio para informarlo sobre la incorporación de planes Trabajar. Antes de la reunión, numerosos trabajadores, profesionales y no profesionales lograron quebrar al Dr. Cánepa, que sostenía que sólo había invitado a un representante del gremio Sutegba. También pudimos entrar miembros de las Asambleas Barriales que veníamos manteniendo conversaciones con el gremio, la asociación de profesionales y una directora administrativa.


El gremio había acordado a espaldas de los trabajadores la incorporación de planes Trabajar, hecho que llevó a decir a una delegada de enfermería: “El gremio nos vendió”. Lo dicho se debió a que los trabajadores tienen en su grupo familiar por lo menos dos desocupados y no fueron consultados por el gremio.


Desde las Asambleas Barriales planteamos la necesidad de no aceptar la provocación de enfrentar a los trabajadores y desocupados llamando a la unión en la lucha por la igualdad de las condiciones laborales (sueldo, nombramientos en planta permanente, etc.) y el cumplimiento de todas las reivindicaciones de los autoconvocados.


Se está dando un paso más en la unidad de trabajadores, desocupados, asambleístas barriales y piqueteros por la consigna de que se vayan todos y por una Asamblea Constituyente soberana que imponga un gobierno de los trabajadores y por el socialismo.