Zamora

Vi por primera vez a Zamora en un acto del Partido Socialista de los Trabajadores en el Luna Park, en el año 1982, aún con la dictadura en el poder.


Durante los '70, no lo había conocido en la militancia ni tampoco lo conocían los muchos compañeros de los diversos equipos que integré.


Para ese acto fue propuesto por la dirección del partido por su valiente accionar en derechos humanos. Había denunciado, en primera línea, las atrocidades que aún se vivían, las desapariciones y los asesinatos. Llevó a juicio a Suárez Mason, Astiz y muchos otros.


De entrada, quedó claro para la militancia que no era un cuadro político, pero se lo respetaba profundamente por aquella trayectoria.


Posteriormente y ya en el MAS (sucesor del citado PST), Zamora profundizó su penetración en las capas medias, siendo la voz pública del "No pagar la deuda externa". Sobre esa consigna y la abnegada militancia del MAS, se convirtió en el primer diputado nacional que consiguió el trotskismo en la Argentina.


Hoy, disfruto haber colaborado con el Frente de Izquierda, centralizando mi actividad con los compañeros del PO para conquistar tres bancas de diputados nacionales y un gran número de diputados provinciales. Hecho histórico, sobre todo teniendo en cuenta que el fenómeno no es meramente capitalino, sino que, por primera vez, tiene una extensión nacional de relevancia y que, además, se da en el marco de profunda descomposición y desorientación de las direcciones burguesas.


Pero no puedo alejar la sensación de frustración al verificar que en la Ciudad de Buenos Aires se podría haber conseguido ese cargo para Jorge Altamira (quien lo merecía más que nadie) e incluso para Andrea D'Atria, si Zamora no hubiera actuado como un verdadero muro de contención contra el Frente.


Y es, desde esta perspectiva, que resumo la parábola de este político: a) 1982: fue uno de los sepultureros del PST (partido de cuadros) para crear el MAS de orientación movimientista; b) fin de la década del '80, principios de los '90: fue uno de los artífices de la pulverización del MAS; c) 2001: crea Autodeterminación y Libertad, renegando explícita y definitivamente de sus orígenes. Esta experiencia termina en una explosión con peleas por dinero; d) 2002: durante las asambleas se convierte en la figura pública antipartido, y con su accionar, da espacio a los "horizontales" para que enfrenten a quienes pretendían que esos organismos desarrollaran democráticamente un programa para la acción y se propusieran como alternativa frente a los políticos burgueses, a los cuales les reclamábamos "que se vayan todos"; e) 2013: logra acumular un número de votantes que impide la llegada del Frente de Izquierda a una o dos diputaciones nacionales por la Ciudad.