Cultura

21/12/2020

A 80 años del nacimiento de Frank Zappa

Un nuevo documental da una mirada completa a la carrera del multifacético artista.

Se cumplen 80 años del nacimiento de Zappa y en el marco del aniversario, el director Alex Winter estreno una película que según Amhed Zappa, hijo del músico, es el “documental definitivo” sobre la vida y obra del autor de Joe’s Garage. El material es variado y abundante ya que se contó con el archivo de la familia Zappa, además de valiosos aportes de músicos que colaboraron en diferentes periodos de su carrera como Ian Underwood, Steve Vai, Pamela Des Barres, Bunk Gardner, David Harrington, Scott Thunes, Ruth Underwood y Ray White, lo cual nos permite recorrer las múltiples y variadas facetas del artista, que fue un guitarrista notable, un compositor revolucionario, un rockstar, un anti-rockstar, artista plástico, leyenda del rock and roll, entre otras.

A su vez, la película recoge las opiniones del músico que fue, en todo sentido, una máquina de incomodar, por sus composiciones, sus acciones y opiniones políticas. Se expresó fuertemente contra el monopolio de la industria musical y contra la censura. Con un tono satírico casi constante, criticó la religión, al hipismo, el consumo de drogas, al gobierno de los EEUU y la censura.

Hungry freak!

Zappa no nació en una casa particularmente “musical”. Su padre trabajaba en Edgewood Arsenal, en Maryland, un centro de fabricaciones militares donde se producían armas químicas, y según el músico, hasta los 13 se interesó más en los explosivos que en cualquier otra cosa y sus primeros acercamientos a la música fueron en su adolescencia. En este momento, se comienza a empapar de la influencia de dos elementos que son los ingredientes más constitutivos en sus composiciones. Por un lado el R&B, con guitarristas como Clarence “Gatemouth” Brown, Elmore James, Johnny Watson, Guitar Slim, y por el otro en compositores contemporáneos, entre los que se destacó Edgard Varèse.

A los 16 empieza a tocar la batería en The Blackouts, una banda cuestionada por ser “multirracial”. Entre el 64´y 65´, a sus veintipocos, comienza a ganarse la vida diseñando tarjetas comerciales, avisos, música de películas. Con esto último logra juntar plata para comprar una guitarra y comprar un precario estudio de grabación en Cucamonga, California, donde se instala. Lo que sigue son 30 años de composición constante que quedaron registrados en aproximadamente un centenar de discos, y algunas películas. En un principio con The Mothers of Invention (1965) y luego como solista, Zappa atraviesa varias etapas dónde pesa tanto la variación como la constancia de su marca personal. En sus discos se concentran elementos además del blues, el rock progresivo, el doo wop, tiene albums más jazzeros como en Waka/Jawaka o en The Grand Wazoo (ambos de 1972), otros más pesados, como The Man From Utopia (1983), discos enfocados en su rol de guitarrista como la trilogía Shut Up ‘n Play Yer Guitar (1977 – 1980 ), y conciertos de orquesta como The Yellow Shark, última producción de Zappa en 1993.

Contra la industria

En el documental de Winter, son varios los momentos donde Zappa explícita cual es el elemento que ordena su producción. “Quiero escribir música y grabarla para poder escucharla y que la escuchen todos los que quieran”. Esto, sumado con la voracidad compositiva del músico y la necesidad de no quedarse en un lugar cómodo, lo pusieron en contradicción con la industria discográfica, hambrienta de empaquetar productos y abultar ganancias. La industria capitalista, funciona como un corsé de fuerza contra el libre desarrollo de la expresión artística.

Los conflictos legales con MGM y Warner por los derechos de las obras hacían que los únicos ingresos de Zappa sean por sus presentaciones, prácticamente. Por ejemplo, Warner frena el lanzamiento de Läther alegando tener los derechos de la obra, un proyecto de 4 discos que iba a editar en Halloween de 1977. Zappa llevó el material a la radio alentando a que graben cintas del mismo. A raíz de este episodio entraron en juicio. Finalmente, consigue los derechos de su obra y logra seguir produciendo de forma independiente. En 1979 edita con su propio sello el exitosos disco Sheik Yerbouti.

You can’t do that on stage anymore

El aspecto más positivo en torno a sus ideas está sin lugar a dudas en sus posiciones contra de todo tipo de censuras, que se convirtió en una bandera para el músico.

El problema de la censura golpeo tempranamente al músico cuando en 1965 mientras trabajaba en el estudio de Cucamonga, cuando la policía lo encarcela durante 10 días, armando una operación con un agente encubierto, bajo la falsa acusación de realizar películas pornográficas. Según Zappa, esto fue determinante en su vida.

A mediados de los años 80, alzó su voz contra el PMRC (Parents Music Resource Center), un organismo conformado por varias esposas de dirigentes políticos como Susan Baker, esposa del en ese momento secretario del tesoro James Baker. El organismo que tenía por objeto controlar el contenido sexual o satánico de las letras de las canciones. Aunque las acusaciones del organismo se dirigían a artistas como Prince o Bruce Springsteen, encontraron en Zappa un férreo opositor.

En 1989 en Checoslovaquia se da la “revolución de terciopelo” que da inicio a la restauración capitalista. Zappa viaja al país para apoyar al nuevo gobierno entendiendo que se habría un camino de mayor democracia. Al llegar al aeropuerto hay 5 mil personas esperándolo. Bajo la burocracia estalinista había estado prohibida su música y se había masificado de forma clandestina. Era famoso allí.

Checoslovaquia nombró a Zappa como representante cultural en EEUU con la intención de ayudar en la intermediación entre ambos países, pero después de haberse enfrentado a Susan Baker y la PMRC, el gobierno yanki le pide expresamente a los checoslovacos que saquen al músico del medio.

En general, a la hora de leer artículos sobre su obra, uno suele encontrarse con un señalamiento recurrente, que también es repetido en el documental de Alex Winter. Zappa es presentado como “no solo un gran músico, sino también un gran pensador”. Esto oculta en una vaga generalización un conjunto de opiniones y acciones de lo más variadas, pero todas o casi todas, vomitadas en la cara del público casi siempre de forma irónica, incomodando. Más cerca a la provocación que a la elaboración de un cuerpo de ideas coherentes.

En sus opiniones políticas declaraba una lucha contra el autoritarismo en todas sus formas e identificaba al comunismo como un régimen autoritario, sin distinguir entre el comunismo y el termidor soviético; en paralelo son reiteradas las declaraciones en el sentido de “hacer funcionar la democracia que tenemos”, esto por un lado presenta como aspecto positivo la convocatoria a las masas a intervenir para transformar una realidad injusta, pero también encuentra el límite de la ilusión de que esa transformación se pueda realizar en el marco formal del sistema en el que vivimos.

La propuesta artística de Zappa hacía hincapié en el absurdo como respuesta a lo absurdo que encontraba al mundo, los músicos que tocaban con el no solamente tenían que tener un excelente nivel de ejecución instrumental sino que tenían que tener la capacidad de hacer cualquier cosa en el escenario.

Encontraba en la sátira permanente una respuesta a lo absurdo que encontraba al mundo. Un mundo en una época donde las contradicciones de la capacidad técnica del hombre que llegaba a la luna se chocaban con la barbarie del imperialismo que todavía se perseguía a los negros en EEUU, o mandaba a matar a miles de jóvenes a una guerra sin sentido. En esa contradicción Zappa se refugió en el absurdo y rechazo cualquier tipo de organización como respuesta.

Por un arte libre

Frank Zappa fue un artista con mayúsculas, lejos de contentarse sobre la variación de modelos establecidos busco todo el tiempo generar algo nuevo que afecte a su entorno. Logro fusionar al rock and roll como movimiento cultural del cual era parte, con lo más vanguardista de la composición musical.

El propio desarrollo de su carrera, orientado no en función de las regalías que le puedan dejar tal o cual “hit”, sino en favor de conseguir los recursos para hacer realidad sus proyectos, es un contraste marcado con una maquinaria industrial de la música y el arte en general, que bajo el capitalismo, ordena la producción en función de la ganancia capitalista y no en la elevación cultural del hombre.