Carla Tintoré (fallecida este 13 de septiembre) no solo fue la primera mujer DJ que representó a su género sino que su trascendencia en la escena fue fundamental para el desarrollo cultural de la música electrónica de baile en Argentina.

Esta querida artista fue una apasionada por la música y la literatura. Su amor por el formato vinilo y los libros la llevó a construir una gran colección de ambos medios. En sus sesiones musicales solía mezclar entre bases rítmicas pasajes poéticos de sus autores predilectos como Carlos Pellicer, Julio Cortázar y muchos otros exponentes de su biblioteca personal.

Una de sus cualidades como DJ más sobresalientes era su selección musical, siempre en la vanguardia, destacándose sobre todo en el House y en el Techno de caracterización underground.

A partir de la autogestión y la organización independiente fue creciendo en popularidad y reconocimiento de sus pares.

En la década de los ’90 fue organizadora de memorables ciclos como la “Age of communication” con su agrupación Dj. Union (junto a Diego Ro-k y Dr. Trincado) en el que promocionaron la música House desde una postura totalmente opuesta a las discotecas mainstream.

Su público era muy diverso, en sus fiestas convergían en plena armonía personas de todo tipo de orientación sexual. En aquellos tiempos la escena under electrónica era uno de los pocos ambientes donde el público LGTBI se sentía a gusto, libre de tabúes. Discotecas como Ave Porco, Morocco y El Dorado fueron sus habituales espacios se expresión.

El siguiente paso importante en su carrera lo dio cuando organizó junto a varios colegas de su entorno las primeras raves masivas llamadas “Underground Park” desarrolladas en Parque Sarmiento y en el Club Ferro Carril Oeste.

Este fenómeno popular la llevó a pinchar por todo el país, varios destinos de Sudamérica (con el proyecto Rave Sudamericana) y más adelante a España, específicamente a Barcelona, la ciudad que la vio nacer y partir tempranamente hacia nuestro país.

Unos años más tarde la cultura rave se vio intervenida por varias corporaciones que vieron un potente fin de lucro. Así es como mega franquicias como Creamfileds, SAMC, Ultra y Time Warp capitalizaron lo que se había gestado con otra connotación desde el underground.

Luego llegaron más incursiones en el ámbito local como la producción y participación del ciclo AlternatiBA en CABA, la curaduría musical en los BAF week y la creación de otro éxito: Cocoliche; un club independiente fundamental en el circuito Techno porteño.

En sus redes sociales además de expresarse artísticamente también daba su punto de vista sociopolítico, sobre todo con su compromiso con el ambiente: en contra del fracking y del acuerdo porcino con China, en contra del uso de agroquímicos, apoyando la causa de la defensa de las tierras públicas de Costa Salguero y su adhesión a la ley de humedales.

Carla Tintoré ha muerto pero ha dejado un gran legado. Aquelles que no lo hayan vivido podrán encontrar por el ciberespacio muchas sesiones, entrevistas, sus redes sociales y su blog personal de poesías.