Desde el mediodía tiene lugar una movilización de la comunidad cinematográfica frente al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), como parte del movimiento en respuesta al tembladeral generado por la salida de Alejandro Cacetta, a la cabeza del organismo, y de Pablo Rovito, rector de la Enerc –escuela dependiente del mismo. A las 14hs, tendrá lugar una conferencia de prensa.

 

La medida sigue a la multitudinaria asamblea de más de mil cineastas en el Cine Gaumont el pasado jueves 13, y se da en el cuadro de intensas deliberaciones en la comunidad educativa de la Enerc.

 

La partida de Cacetta, que fue presentada por el macrismo como una respuesta a acusaciones de corrupción, tiene un objetivo muy lejano a la búsqueda de transparencia. En verdad, la renuncia forzada busca allanar las políticas que el mismo Cacetta había desarrollado –la transferencia de los recursos del instituto, que debería fomentar la creación cinematográfica, a los grandes capitalistas de la industria–, pero sin las connivencias con elementos de la gestión anterior y las concesiones y cooptaciones por parte del funcionario.

 

A su turno, tras las evacuaciones de los funcionarios se preanuncia una política de ajuste y de despidos a estatales, en uno de los pocos organismos que no vio cesantías en la primera oleada de ataques al gremio.

 

La lucha contra esta avanzada tiene su historia. Asociaciones de documentalistas vienen enfrentando el ataque contenido en el Nuevo Plan de Fomento promulgado por Cacetta, con un particular empuje de DOCA, el nucleamiento más combativo. El pasado jueves en el Gaumont, en una convocatoria de características y planteos heterogéneos, los moderadores de la asamblea se encontraban vinculados a esta asociación –y son, a su turno, referentes de la lucha que tuvo lugar hace años en la Enerc, por la democratización de la escuela.

 

El día miércoles tendrá lugar una nueva concentración del sector, en el marco de la inauguración del festival de cine independiente Bafici. Está planteado reforzar la lucha y la movilización, y dotarlas de una perspectiva: la necesidad de democratizar el Incaa y la elección de sus autoridades, y de debatir una nueva orientación social del plan de fomento en defensa del cine independiente.

 

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Foto: ATE INCAA