Cultura

12/1/2024|1684

Cacerolazo nacional histórico de la cultura

Realizador audiovisual

Foto: Federico Imas @ojoobrerofotografía.

Con más de 70 encuentros simultáneos en todo el país todavía resulta difícil tener una evaluación total de la asistencia al cacerolazo nacional en defensa de la cultura pero estamos seguros de que se trata de la mayor movilización nacional de la cultura de los últimos cuarenta años por lo menos. Decenas de miles de cacerolas se hicieron tronar.

Sin dudas, se corresponde con la magnitud del agravio para la actividad artística y cultural que representan las medidas del gobierno que afectan a toda la población. Caputazo, protocolo de Bullrich y DNU, a las que la Ley Ómnibus les agregó un particular ensañamiento con la producción cultural hecha con fondos públicos: con el cierre del Fondo Nacional de las Artes y el Instituto Nacional del Teatro, así como los vaciamientos presupuestarios del Incaa, el Inamu, las bibliotecas populares, etc.

 

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De la agonía, al tiro del final

El malestar en la cultura no es reciente. La situación que dio lugar al ascenso de Milei estuvo precedida en este ámbito de un vaciamiento presupuestario y una precarización que se hicieron muy evidentes en la pandemia, dando lugar al reclamo de la IFE cultural. La parálisis en la que fue sumergido el Incaa motivó las movilizaciones de reclamo de renuncia de Puenzo, designado por Fernández.

Las subejecuciones presupuestarias y los pagos fuera de término de todos los institutos, con una inflación disparada, ya habían colocado a la producción independiente en una situación de quebranto. La liquidación definitiva de estos recursos ya había estado planteada por la caducidad de las asignaciones especiales que nutrían los fondos de fomento, en una “ley bondi” enviada por el macrismo en 2017 ,“que se les pasó por alto” a los diputados del otrora Frente de Todos.

Las movilizaciones contra la caducidad -vaciadas por los funcionarios K del gobierno de Alberto con el argumento de que “estaban los votos”- buscaron ser empleadas por el peronismo luego para encolumnar a “la cultura” detrás de Massa.

Esta gran movilización estuvo precedida por un debate entre las organizaciones de la cultura sobre la correspondencia de luchar contra el ajuste que ya ejecutaba el gobierno de Fernández, denunciando la promesa de motosierra de Milei o, como reclamaban varios sectores, limitarse a acompañar la candidatura de Massa.

Cómo encendimos la lucha

Las asambleas de distintos ámbitos que se produjeron tras el triunfo de Milei estaban atravesadas por la desmoralización y el miedo a la represión, y no lograban generar un canal para la expresión del profundo malestar que se había acumulado.

La asamblea del 13 de diciembre de Unidos por la Cultura, a sólo tres días de la asunción del gobierno, quebró ese derrotero y votó marchar el 20 desafiando al protocolo. El resultado quedó a la vista cuando esa misma noche compañeros que no acompañaron la resolución de movilizarse a la tarde lo hacían a la noche en los cacerolazos.

Un segundo salto se produce con la publicación de la Ley Ómnibus y el ataque frontal a la cultura. En dos días, miles de artistas de todo el país se sumaron a Unidos por la Cultura que llamó a una asamblea y votó este plan de lucha: cacerolazo nacional el 10, asamblea nacional el 20 para preparar con todo el paro y movilización del 24 para derrotar el DNU, el bondi y el protocolo.

Casi simultáneamente los exfuncionarios de UxP de los institutos vaciados por sus gestiones organizaban asambleas y agendas paralelas. Unidos por la Cultura asistió a cada convocatoria dando a conocer el plan de lucha nacional y llamando a dar una lucha común con todos los sectores.

El fracaso de la convocatoria paralela que “los funcionarios” impulsaron el jueves 4 adelantó el éxito del cacerolazo del 10. Incluso se hicieron presentes sindicatos del sector (Asociación Argentina de Actores, Sadem, etc.) que escucharon “en directo” que entre las resoluciones de la asamblea de Unidos estaba el reclamo a esas conducciones a garantizar el paro total de la actividad el 24.

Cómo la seguimos

Sin duda, el próximo paso será la gran asamblea nacional del 20 cuya tarea fundamental es redoblar los esfuerzos para garantizar el paro total el 24. Entre la mayoría de los artistas que participaron de las movilizaciones está muy claro que no hay un interés particular de preservar las migajas de un presupuesto, sino que tanto la posibilidad de la creación artística como su disfrute por el pueblo son incompatibles con el DNU, la Ley Ómnibus y la represión. Viva el paro nacional. Por una gran movilización de la cultura.

 

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