Cultura

25/6/2015|1369

Carta Abierta o el regreso a las fuentes


Después de largos debates acerca de la lealtad de Daniel Scioli al “proyecto”, la agrupación que nuclea a los intelectuales kirchneristas, Carta Abierta, aprobó sin condiciones la postulación del bonaerense a la presidencia.


 


La decisión de Cristina Fernández de apoyar a Scioli en las internas acordando que lo acompañe el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, como vice, desató la ira de Florencio Randazzo, que se sintió traicionado por la Presidenta. Pero, como en el peronismo una traición no se le niega a nadie, los kirchneristas puros se aprontan a votar a Scioli con el argumento, para su tranquilidad, de que lo secunda un pura cepa.


 


Lejos ha quedado la disconformidad y la oposición a la candidatura del ex motonauta que mostró el espacio intelectual K, cuando en su Carta Abierta 16 decía que “las simpatías de algunos gobernadores y dirigentes del PJ por una candidatura moderada son las dos pinzas que dificultan una acción más decidida del gobierno en la perspectiva de 2015”, y agregaba: “sería poco serio, casi podría considerarse una humorada, levantar esta propuesta emancipadora y ponerla en manos de un candidato que no comparta en lo esencial el rumbo seguido por Néstor y Cristina” (La Nación, 27/5/14). Desde luego, la carta soslayaba que Scioli fue vicepresidente de Néstor Kirchner durante su primer mandato entre 2003 y 2007, y que Cristina Fernández apoyó explícitamente su candidatura para gobernar la provincia de Buenos Aires.


 


Eduardo Jozami, director del Centro Cultural Haroldo Conti, que expresó reiteradamente que “preferimos a Florencio Randazzo antes que a Scioli”, ahora está dispuesto a tragarse el sapo y apoyar que “el proyecto quede manco”. La adaptación de Carta Abierta a Scioli indica el nivel de dependencia estatal desarrollado por sus intelectuales.


 


Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, dijo en conversación con Diego Sehinkman, de La Nación, que “Scioli no es un personaje programático; lo que quiere decir Scioli pertenece a una fórmula existencial; lo que está diciendo es: ‘soy presionable’”. Como de costumbre, González necesita ser traducido. Y la traducción no es otra que “daremos apoyo a Scioli” porque podemos presionarlo. Evidentemente, el presionable es el director de la Biblioteca Nacional.


 


En un reportaje ofrecido a La Nación, el secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, Ricardo Forster, había señalado que, si bien “Daniel Scioli no me representa, uno debe aceptar el resultado de las elecciones”. A pesar de eso, relativizó su opinión cuando puso de relieve que el mandatario bonaerense y precandidato a presidente “ha demostrado fidelidad al FpV” (26/9/14) y lo considera actualmente como “un aliado consistente” (Clarín, 18/6). El referente K sostiene que la designación de Carlos Zannini como compañero de fórmula de Daniel Scioli “es una señal política elocuente” y asegura que apoya “absolutamente” la candidatura presidencial del gobernador bonaerense. “Scioli ha optado por alguien que garantiza la continuidad de un proyecto”, declara (ambito.com, 18/6).


 


La novela de Carta Abierta se define por Scioli. La “izquierda” kirchnerista vuelve al origen de su movimiento: el menemismo. La única salida es la izquierda verdadera.