Cultura
24/11/2023
“Caza de brujas” en Hollywood contra actrices que denuncian el genocidio en Gaza
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Las actrices Melissa Barrera y Susan Sarandon
En un escandaloso ataque a la libertad de expresión que algunos han definido como un regreso al macartismo de los años ’50, dos importantes actrices de Hollywood fueron represaliadas por pronunciarse contra los ataques de Israel contra el pueblo palestino, que a la fecha ya dejaron más de 14 mil muertos.
La mundialmente famosa Susan Sarandon, ganadora de un Oscar por su participación en Pena de Muerte (1995) y conocida también por su papel en Thelma & Louise (1991), fue expulsada de la agencia de representación de artistas UTA tras participar de una movilización propalestina en Nueva York y denunciar la masacre en curso a través de sus redes sociales, en las que cuenta con 850 mil seguidores.
La actriz Melissa Barrera, por su parte, fue despedida del film Scream VII tras realizar una publicación en Instagram en la que señala que está en desarrollo “un genocidio y limpieza étnica” contra el pueblo palestino. Barrera había protagonizado la última de las películas de la famosa saga de terror, cuyo primer lanzamiento data de 1996. La productora Spyglass intentó justificar el desplazamiento afirmando que “no tenemos tolerancia para el antisemitismo o la incitación al odio”. A lo que no tiene tolerancia esta patronal, en realidad, es a la libertad de expresión, ya que la actriz mexicana no hizo ningún comentario antisemita, sino que se limitó a denunciar lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza. La “incitación al odio” corresponde, por lo demás, a los popes del gobierno israelí que afirman que “están tratando con animales”, o que habría que lanzar en el enclave una bomba atómica, entre otra clase de comentarios recurrentes plagados de furia y desprecio. Tanto Sarandon como Barrera habían suscripto hace semanas, junto a otras 400 actrices y actores, una carta al presidente Joe Biden para reclamar un cese al fuego. Es sabido que la Casa Blanca apaña la acción genocida de Israel, incluso proporcionando armas.
Con la misma mecánica que asocia cualquier denuncia de la masacre al antisemitismo, el sionismo lanzó una campaña de persecución contra el músico Roger Waters, que en su gira This is not a drill viene cuestionando desde los escenarios lo que está pasando en Palestina. En Argentina, la Daia (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) hizo una presentación ante la justicia para tratar de impedir sus shows.
La persecución no solo abarca al mundo del cine y la música sino también al de las letras. En la Feria del Libro de Frankfurt, que se desarrolló pocos días después de la incursión de Hamas en territorio israelí y del comienzo de los bombardeos israelíes, se suspendió la entrega de una distinción a la escritora palestina Adania Shibli por su libro Un detalle menor, que relata una violación y asesinato cometido por soldados israelíes en 1949 -una historia basada en hechos reales. Alrededor de 600 autores, incluyendo a los Nobel de Literatura Abdulrazak Gurnah y Olga Tokarczuk, repudiaron en una carta esta decisión. El clima de intolerancia que promueve el sionismo está tan extendido que el filósofo Slavoj Zizek fue interrumpido y abucheado durante su discurso en Frankfurt por algunas referencias al conflicto palestino, pese a que había aclarado al comienzo de su alocución que defendía “el derecho de Israel a defenderse”, un argumento usado por el propio Estado israelí. Toda esta caza de brujas aparece como el complemento inevitable de una acción de características genocidas y de una opresión histórica. Cualquier referencia crítica amenaza el castillo de naipes ideológico con el que el sionismo busca encubrir sus políticas de limpieza étnica.
Rechazamos los ataques a la libertad de expresión en el mundo artístico y reivindicamos los valientes pronunciamientos en solidaridad con el pueblo palestino. Es lo que corresponde frente a la magnitud de los crímenes en curso, que se extienden a escuelas, hospitales y centros de refugiados; que incluyen el desplazamiento forzado de más de un millón de personas y un bloqueo perverso que dejó a la región sin agua, combustibles, medicinas y al borde de la hambruna.
Parafraseando a la Bersuit Vergarabat: si esto no es un genocidio, ¿qué es?.
https://www.prensaobrera.com/cultura/roger-waters-bienvenido-a-la-argentina
https://www.prensaobrera.com/internacionales/gaza-una-tregua-en-medio-de-la-destruccion-sionista