Cultura

29/8/2023

Condenan a los asesinos de Víctor Jara

Víctor Jara, un ícono de la canción de protesta

Allá donde todo aquel septiembre
no alcanzó para llevarse la tempestad
allá donde mil poesías gritaron
cuando le cortaron al poeta sus manos

Uy, uy, uy, si hasta el cóndor lloró
uy, uy, uy, si hasta el cóndor lloró

León Gieco, “Los chacareros de dragones”, 1976

 

Cincuenta años después de los hechos, la Corte Suprema de Chile confirmó este lunes 28 la condena de los asesinos de Víctor Jara, el cantautor chileno secuestrado por la dictadura de Augusto Pinochet el 12 de septiembre de 1973, apenas un día después del golpe militar que derrocó a Salvador Allende. Jara estuvo detenido en el Estadio Chile (que hoy lleva su nombre), uno de los campos de concentración masiva de la dictadura, donde fue brutalmente torturado. Fue ultimado días después con cuarenta disparos. Una leyenda popular, desmentida con el tiempo, afirmaba que los represores le habían cortado las manos para que no pudiera volver a cantar. Si dicha leyenda prosperó, es porque era perfectamente compatible con los métodos perversos de aquellos genocidas.

Siete exmilitares recibieron penas de hasta 25 años de prisión por el crimen de Jara. Uno de ellos se suicidó en la tarde del martes, cuando iba a ser detenido en su domicilio. Tenía ya 86 años. Todos ellos pudieron hacer carrera en el Ejército y atravesaron el proceso judicial libres.

Jara, autor de canciones memorables como “Te recuerdo Amanda” y “Luchín”, pertenecía al Partido Comunista y fue secuestrado por su compromiso con las masas populares. Entre 1973 y 1990, el régimen pinochetista provocó -según un informe oficial de 2011 que es criticado por subestimar las cifras reales- más de 3 mil muertes y desapariciones y cerca de 40 mil casos de detención y torturas. Una ley de amnistía de la propia dictadura, de 1978, preservada por el régimen democrático, consagró la impunidad de los responsables. Recién en 1998 se reemprendió el proceso por el asesinato de Jara. La lucha de las organizaciones populares y de derechos humanos fue consiguiendo, a cuentagotas, algunas condenas desde entonces.

La impunidad y el poder del que aún gozan las fuerzas represivas se puede ver en la saña con la que actúan contra el pueblo movilizado. Durante el levantamiento de 2019 hubo 34 muertos y Carabineros recurrió a la siniestra modalidad de disparar a los ojos para cegar a los manifestantes. En tanto, el Wallmapu se encuentra bajo estado de emergencia y militarizado, por una decisión del gobierno de Sebastián Piñera que sostuvo el actual de Gabriel Boric.

Los muertos y desaparecidos siguen presentes en la lucha. Abajo la impunidad de ayer y hoy.

https://prensaobrera.com/internacionales/chile-50-anos-del-golpe-militar-un-balance-necesario