Cultura

23/11/2016

Contra el procesamiento de Pablo Katchadjian, en defensa de la libertad de creación


Foto : Victor Carreira (Telam)


 


La Justicia dictó en las últimas horas un nuevo procesamiento al escritor Pablo Katchadjian, bajo la consigna de “defraudación”, por el caso de la obra El Aleph engordado. Esta resolución ocurre luego de un peritaje —ordenado en agosto de 2015— que comparó el libro de Katchadjian con el original de Jorge Luis Borges (“El Aleph”), en el marco de una demanda por plagio que inició hace cinco años María Kodama, su viuda.


 


La causa


 


Katchadjian, a través de su editorial Imprenta Argentina de Poesía, había publicado 200 ejemplares de El Aleph Engordado, al intervenir el cuento original de Borges y agregarle 5.600 palabras a las aproximadamente 4.000 originales. En el mismo texto aclara: “El texto de Borges está intacto pero totalmente cruzado por el mío”. Su abogado había argumentado que se trataba, en efecto, de un experimento literario.


El escritor fue querellado por Kodama en 2011. En un primer momento, tanto en la justicia de Instrucción como en la Cámara del Crimen sobreseyeron al escritor considerando que lo hecho “no pudo haber sido encuadrado en ningún tipo penal” (InfoJus, 17/9/14). Sin embargo, el abogado de Kodama apeló y el caso llegó a la Cámara de Casación, que, en septiembre de 2014, falló a favor a Kodama, decretó que hubo “plagio” y ordenó que el proceso continúe. En julio de 2015, algunos de los más importantes escritores argentinos se congregaron en la Biblioteca Nacional para apoyar a Katchadjian.


Finalmente, el juez Guillermo Carvajal lo citó a indagatoria y dictó su procesamiento por considerar que su conducta fue apropiarse de la propiedad intelectual de Borges (La Nación, 23/11). Ahora, en su fallo, Caravajal desestima que sea un experimento y sostiene: "Tengo por acreditado que defraudó los derechos de propiedad intelectual que le reconoce la legislación vigente a María Kodama”.


Para los jueces, en un fallo anterior, Katchadjian “ha modificado el texto original” y se “ha transcripto la obra de Borges en su totalidad, o parte sustancial, excediendo el límite de mil palabras” que establece el artículo 10 de la Ley de Propiedad Intelectual. Ahora Katchadjian podrá apelar el procesamiento, y si eso no avanzara favorablemente, irá a juicio oral. El juez también le trabó un embargo por treinta mil pesos.


 


Implicancias




Como ya se ha señalado en Prensa Obrera, la denuncia de Kodama, por un lado, no solo ataca una iniciativa de carácter experimental y conceptual por parte de Katchadjian, sino que planea desconocer la historia de la vanguardia artística en el siglo XX, en la cual toda una corriente de obras dejaron de ser el objeto propuesto en sí mismo, sino el gesto material de esa idea, el concepto. En estas obras prima el carácter crítico, paradójico y provocativo.


En ese plano está la obra “LHOOQ” del artista francés Marcel Duchamp: una provocadora intervención sobre La Gioconda de Leonardo Da Vinci, donde le pinta barba y bigotes al rostro de la famosa pintura y le pone una firma. O el cuento “Help a él”, del argentino Rodolfo Fogwill, donde reescribe la trama de El Aleph otorgándole otro sentido.


El propio Borges utilizaba estos procedimientos literarios, como es el caso del cuento "Pierre Menard, autor del Quijote", incluido en Ficciones (1944), en cuyo relato el personaje busca reescribir en el siglo XX, palabra por palabra, la obra cumbre de Cervantes. Así, leído en otro tiempo, el texto se convertía en una obra diferente.


El caso Katchadjian clarifica que la propiedad intelectual no le pertenece al autor, sino a la editorial que adquiere los derechos, en este caso bajo el millonario contrato firmado con la heredera de Borges, cuya avanzada —amparada por la coerción judicial del Estado—, lejos de ser un arrebato individual, responde a la sistemática defensa de esos intereses del capital.


Así, en la ley 11.723, bajo la cual se amparan los denunciantes, está contenido que el derecho a la propiedad intelectual pisotee el derecho a la creación. Los derechos de autor, bajo este régimen, se convierten en una mercancía más que es apropiada por la industria editorial, reprimiendo así el acceso al arte y la cultura.


Rechazamos este avance de Kodama y la Justicia contra Pablo Katchadjian, respaldamos al escritor y llamamos a todos los trabajadores del arte y la cultura a repudiar este ataque, en defensa del derecho a la total libertad para la creación artística.