Como estamos acostumbrados, el recital de Divididos en el estadio Mario Kempes de Córdoba contó con tres partes.

Pasadas las diez de la noche, el icónico trío de rock nacional se presentó con “Paisano de Hurlingham”. Haciendo un recorrido histórico, siguieron con “Haciendo cosas raras” y “Salir a comprar”.

Luego continuaron con la clásica parte acustica, donde Ricardo Mollo hizo una reflexión sobre las niñeces e invitó a subir al coro de niños Canciones urgentes para mi tierra para interpretar “Spaghetti del rock”.

Inevitablemente, al pisar Córdoba, como siempre lo hacen en sus shows, la banda recordó la inmensidad de las sierras y el monte y su preservación en las vísperas de tocar “Guanaqueando”, “El arriero” y “La flor azul”.

En la calidez que los caracteriza, al dirigirse al público, cuando lxs espectadores pedían “No eran solo cuadros colgados”, las palabras salieron solas y se escuchó la defensa indiscutible de las madres y abuelas de Plaza de Mayo y la recuperación de Zanon por los trabajadores mientras, de fondo, el público coreaba “el que no salta voto a Milei”.

No fueron pocos los temas de Sumo que interpretaron, desde la “Rubia tarada” pasando por “Next week” hasta “Crua Chan”. La influencia del “tano” se siente en cada recital.

En la última parte del espectáculo, cuando deciden tocar “El Burrito”, en un juego de palabras con el público, el cantante y guitarrista canta “el burrito en la rosada”, una clara opinión con respecto a Milei.

No podemos dejar de mencionar que en sus 35 años de trayectoria, Divididos se caracteriza por ser una banda que en cada uno de sus recitales esgrime un mensaje político, como lo hizo en 2017 por las luchas docente en el estadio Flores, en 2019 contra el fracking en el festival de Viña, en 2022 por el agua en Cosquín Rock, solo por mencionar algunas.

Y así, la aplanadora lo hizo de nuevo, cerró por primera vez una gira fuera de Buenos Aires y lo cerró con un claro mensaje de que lxs artistas también pueden generar conciencia. Que nada está perdido a pesar del dolor y que, hoy más que nunca, hay que salir al sol.