Córdoba: El arte es basura y la basura es arte
Fuera Juez
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“Queda poco mundo”: eso escribieron en un basurero de la peatonal céntrica cordobesa las artistas del grupo Urbomaquia (ecologistas). Expresar esa opinión les valió quedar detenidas el fin de semana en la Cárcel de Mujeres, y que les abrieran una causa por destrucción del mobiliario urbano. Al “ciudadano” que las denunció, el intendente Luis Juez lo recibió junto a los funcionarios del gabinete municipal para felicitarlo públicamente por su hazaña.
No es la primera censura de este “Juez de la Cultura”: en diciembre de 2004 clausuró la muestra “Diez artistas en Navidad”, porque Roque Fraticelli había dado una interpretación al tema teológico que escandalizó a una secta ultracatólica (lefevrista). Los miembros de la secta atacaron físicamente a los artistas implicados y a los que se solidarizaron con ellos.
Esta vez, la convocatoria reunió a artistas, prensa y representantes de la cultura en general frente a la Legislatura, para pedir que termine la censura, con globos y pintadas so bre la calle peatonal. El problema es que ahora los artistas escandalizaron a los dueños de Cliba, después que Juez renegoció con ellos la prestación por un 73% más de lo que se le venía pagando. Conclusión: para el intendente la basura es una obra de arte y el arte es basura. Porque tampoco ha cumplido el compromiso aceptado ante la SEA (Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina)-Delegación Córdoba, y la Fedic (Federación de Editores Independientes) de restituir el Fondo Estímulo a la Actividad Editorial, Teatral y Musical, ni le ha procurado a la Feria del Libro, en total crisis material e intelectual, un espacio permanente y bajo techo (no en carpas); pero sí le va a construir un nuevo edificio a su Concejo Deliberante. ¡Toda una pinturita!
“Están tratando de enviarnos a guetos, a los museos o a las galerías privadas, fuera del contacto directo con el público”, expresó un artista manifestante el viernes 20 de mayo. Fuera Juez.