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El proyecto de ley 105 de la provincia de Córdoba es un régimen de beneficio de tipo “jubilatorio” para las personas dedicadas a cualquier tipo de actividad artística, a tratarse (presuntamente) el miércoles 17 en la Legislatura provincial. Está basado en un proyecto anterior -presentado por el vicegobernador (Campana) a comienzos de este año, denominado “Ley de Reconocimiento al Mérito Artístico”-, que no llegó siquiera al debate en la unicameral. El inconveniente floreció desde la propia definición del beneficio: “al mérito”, por contraposición a la “pensión al escritor” que, en 2007, había sido una iniciativa de afiliados a la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA) y consensuado con otras asociaciones de escritores, escritores independientes y un legislador del PJ local, J. M. Cid.

Ese proyecto fue aceptado por la Comisión de Educación y Cultura, no así por la de Hacienda, pero no llegó a debatirse. Por lo tanto, viendo la movilización de más de cien escritores que habían firmado un petitorio por la pensión, Schiaretti-Campana se descolgaron en 2008 con su proyecto para tratar de cooptar dicho movimiento, sólo para encontrar que algún afamado y millonario cantante de cuartetos se colocara en primera fila para solicitarlo, en virtud de cumplir con los requisitos de residencia, años de trayectoria y producción exigidos, “desprestigiando” así al gobierno “democrático”.

El trasfondo antidemocrático de una distinción al mérito, en una provincia donde el arte y la literatura están prácticamente huérfanos de apoyo estatal y el desarrollo industrial de la cultura es casi nulo, se dio de narices con ese escollo ridículo y con el disgusto de la comunidad artística. Acto seguido, los legisladores de la Comisión de Educación y Cultura elaboraron un último proyecto -que exige la presentación de una declaración jurada de los bienes inmuebles e ingresos mensuales-, para tratar de evitar que algún ricachón se alce con una pensión cuyo haber no necesita, mientras muchos esforzados artistas y escritores viven al borde de la indigencia. La “pensión” de carácter vitalicio es igual a tres y media veces la jubilación mínima de la Caja provincial (hoy sería de 2.800 pesos).

Lo malo es que, al igual que el reconocimiento “al mérito”, también es intransferible al cónyuge o al hijo discapacitado, vale decir, sigue siendo una suerte de “premio”, no un derecho laboral. El proyecto tiene despacho favorable de la Comisión y está listo para su tratamiento en el recinto, el compromiso es aprobarlo en la sesión del miércoles 17 pero nadie está seguro de que no estemos nuevamente frente a una propaganda demagógica para calmar el descontento del movimiento cultural de Córdoba. Mantenemos la movilización para exigir que se debata, sentando un hito en la lucha de los artistas y escritores por sus derechos como trabajadores de la cultura.