Cultura

26/8/2016

Eddie Vedder, el anti-Gustavo Cordera

El cantante de Pearl Jam volvió a hacer sonar el #NiUnaMenos durante un show en Chicago.


Eddie Vedder, el cantante de Pearl Jam, hizo parar el recital de la banda de grunge y rock para exigir que retiren a un espectador que estaba atacando a una mujer. El hecho ocurrió en el Chicago’s Wrigley Field el lunes 22 de agosto por la noche.


 


La banda interpretaba la hard-rockera “Lukin” cuando el cantante, desde el escenario, observó la agresión e interrumpió el show al categórico grito de "Paren, paren, paren: ey, señor, ¡sacá tus dedos de la cara de esa mujer, hijo de p….” (Vedder corta la frase del insulto en un ‘Motherffff….’).


 


Y siguió, mientras apuntaba directamente al agresor: “Ey, señor, ¡todos los dedos te están señalando!". Los aplausos comenzaron a extenderse. Los guardias de seguridad sacaron al golpeador mientras el público lo abucheaba. El cantante, entonces, le habló directamente a la chica: “¿estás bien? ¿sí? ¿te sentís bien?”. Los aplausos arreciaron.


 


El gesto de Vedder marca toda una línea de continuidad con su pronunciamiento en Argentina, también en medio de un recital, por el #NiUnaMenos. Aquella vez, en noviembre de 2015, en el Estadio Único de La Plata, Eddie desplegó un cartel con la consigna de la histórica jornada del movimiento contra los femicidios. (En febrero de 2013, también en Buenos Aires, el vocalista había dedicado la balada “Just breathe” a las víctimas de las inundaciones de La Plata.)


 


La mítica banda de Seattle ha participado con su obra en campañas contra la violencia de género, como en 1996, cuando se sumó al disco Home Alive para financiar una organización de autodefensa de mujeres. En 1992, en el Unplugged de MTV, Vedder se escribió en el brazo, con un marcador, la frase “Pro-Choice”, una proclama a favor del aborto.


 


Estos gestos consecuentes en el tiempo son la contracara de casos de otros cantantes del palo del rock como Gustavo Cordera, Miguel Popolo, Ciro Pertusi y Cristian Aldana, involucrados a nivel local en denuncias de apología, sometimiento y abuso sexual. Como se ha escrito en Prensa Obrera, la pretendida libertad y rebeldía rockeras fueron a parar a la cloaca de la reproducción de los principios impartidos por quienes tienen la manija de este mundo. 


 


El rock and roll ha ocupado etapas de vanguardia, liberación, creación y experimentación—la vibración de una juventud ávida— desde su irrupción a mediados del siglo pasado. Sólo en Argentina, por ejemplo, ha tenido etapas irreverentes y contraculturales en los setenta y los ochenta para pasar al rock ligado al barrio y lo marginal en los noventa, como respuestas al desguace menemista. 


 


En la naturaleza de este extraordinario movimiento musical hay un rechazo elemental contra el sistema; una postura —con su dimensión, límites y sentidos particulares— que sigue construyendo presente, en su estética artística y en su compromiso. Y allí está Eddie Vedder para tocar esa cuerda.