Cultura

7/4/2023

El ataque reaccionario y la censura contra el colectivo Opera Periférica

Hablamos con Jorge Thefs, performer de la obra exhibida en el museo Fernández Blanco.

Un momento de la presentación.

El sábado 25, el jardín del Museo Fernández Blanco fue escenario del colectivo Ópera Periférica, que interpretó su obra “Sirenas en Jardines electrónicos”, desarrollada para ese espacio en el marco de su serie “Barroco Furioso”. Al poco tiempo de realizada la obra, que se había desenvuelto en un clima sereno y cálido, les artistas recibieron una avalancha de ataques y difamaciones por redes sociales. Los tweets y comentarios contra elles están marcados por una violencia y un discurso de odio exacerbado (“hay que matarlos”, “bala y al mar”), que fue levantado por medios masivos de comunicación y finalmente utilizado por el propio gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, generando la renuncia de la gerenta de Museos de la Ciudad de Buenos Aires.

La razón del escándalo es un recorte de video que, como aclaran desde OP, no representa el hecho artístico que elles realizaron. Se condena por “obscena” la letra de un poema de Ioshua, que habla del deseo homosexual en un contexto de pobreza. Como dice Jorge, “generaron un escándalo en relación a la desnudez, cuando no había desnudez. Eran cuerpas disidentes, igual o con más ropa que en una playa, pero como no es el espacio y no son las cuerpas a las que se les permite eso, se castiga”.

https://www.instagram.com/p/Cp5Eogaucc8/

¿Qué temas desarrolla su obra?

“El laburo de Ópera Periférica se inscribe en esta idea del ‘barroco furioso’. Yo estoy hace un año, pero es una estética-poética que ellos toman desde hace un tiempo ya, y se producen distintos materiales desde este lugar. Muchas veces se trabaja sobre textos y autores específicos; en este caso se laburaba sobre Ioshua, sobre Silvia Platt y sobre la idea de la sirena, de Efi.”

“El kit del laburo está en poder trabajar con cuerpas disidentes en la ópera. Siempre se inscribe en la idea de la ópera, pero quitándole lo elitista. Se intenta hacer el trabajo de sacarla del lugar establecido, y poner en juego otras sonoridades, otras corporalidades. Hay un sector, incluso en nuestra comunidad artística y disidente, que plantea que no tenemos que ocupar estos espacios, que hay que abandonarlos y hay que salir de toda institución. Y nosotros nos preguntamos si en realidad no hay que ocuparlos, hacerlos propios en un sentido poético y transformarlos.”

“Justamente porque son espacios que suelen estar vacíos. En el caso del Fernández Blanco, un museo que está lleno de platería colonial, básicamente fruto de saqueos, asesinatos y demás, pero suelen estar vacíos. Y en ese día fue gente a ese espacio específico, a ver esa perfo en ese jardín. Quienes se están escandalizando, no se preguntan si no es necesario que los cuerpos y el arte vivo entren a ese espacio, que en definitiva se está muriendo.”

“Nosotros también trabajamos otras ideas como la violencia escénica, el desnudo explícito, otro tipo de cosas que no sucedieron en esa perfo porque entendíamos en el espacio que se hacía. Es muy importante repetir que la convocatoria que nosotros ganamos, que se llama ‘nuestros museos’, pretendía llevar esa acción performática a ese espacio específico, Ciudad se lavó las manos, pero eso estaba contemplado.”

Luego de los escraches, el gobierno de la Ciudad se solidarizó con los atacantes pidiendo disculpas: “No avalamos ni promovemos esta clase de espectáculos que puedan herir u ofender la sensibilidad de muchas personas”. Acusaron al grupo de mentir en la presentación del proyecto de la obra. Sin detenerse ahí, “pospusieron” sin fecha una actividad en el Centro Cultural Recoleta por el día de la Visibilidad Trans, sentando un precedente de censura para futuros proyectos en espacios de la Ciudad.

¿De dónde pensás que surgió esta reacción, tanto mediática como la del gobierno?

“Nosotros entendemos que se desató por un tweet, un hater, yo me animo a decir libertario. Agarró una parte del video y lo subió con una descripción al estilo ‘miren lo que hacen con nuestros impuestos’. Eso desató muy rápido muchísimas réplicas que eran directamente mensajes de odio: ‘hay que matarlos’, ‘bala y al mar’, ‘que vuelva Videla’, gestos que se inscriben en el tras-odio, el gordo-odio, el homo-odio, todo. Los medios lo que hacen es tomar algo de eso y conscientemente alimentarlo.” Al escrache en Twitter se sumaron, por ejemplo, la defensora de genocidas Victoria Villarruel y la antiderechos Cynthia Hotton. Algunos llegaban a relacionar este hecho con los casos de pedofilia que se hicieron públicos recientemente.

Tapa de Clarín que juzga la performance como “lenguaje vulgar y porno”.

Sobre la reacción del gobierno y la renuncia de Victoria Otero, gerente de Museos de la Ciudad dijo: “Tiene que ver con una interna del PRO, entre Larreta y Bullrich, en la que nosotros no tenemos nada que ver, solo somos carne de cañón.”

“Esto lo comparamos con cómo nosotros, y la mayoría de trabajadores del arte, laburamos. Muchas veces intentamos aprovechar espacios que se nos dan, tanto en Ciudad como en Provincia y Nación, pero no son espacios para muchos, ni es muchas veces, ni es mucha plata. Es público lo que cobramos por esa performance: 40.000 pesos, se omite la precarización en la que se nos inscribe.”

https://www.instagram.com/p/Cqf8Vf7OjVV/

¿Qué perspectiva le ven a esta situación como grupo?

“Tengo la sensación de que esto refuerza que tenemos que seguir laburando y nos interesa seguir por acá. Es un laburo que se viene sembrando y construyendo hace años desde OP. Por un lado la performance la vamos a repetir, hay propuestas de varios espacios de gente que nos salió a bancar. Al mismo tiempo se viene ‘Eduarda’, que es otra pieza que se estrenaría en junio, y seguramente también volvamos con ‘Gauchas Cyberpunk’ que se estrenó el año pasado en el Festival Nueva Ópera. Estaremos ahí, incomodando, hibridando.”