Cultura

5/11/2022

“El Encargado”: una ficción y muchas polémicas reales

Guillermo Francella, protagonista de la serie.

“El Encargado”, serie de estreno de la plataforma de streaming Star+, protagonizada por Guillermo Francella, es la nueva producción de Gastón Duprat y Mariano Cohn, dupla conocida por las películas “El ciudadano ilustre” y “Mi obra maestra”.

Eliseo, un encargado de edificio con 30 años de antigüedad interpretado por Francella, debe lidiar con una parte de los vecinos, que están al frente del consorcio de administración, y pretenden modificar el edificio y terminar con su empleo.

La propuesta de la trama comienza exponiendo la realidad del avance de los negocios inmobiliarios, con proyectos de modernización edilicia, incorporando amenities para subir el valor de las propiedades y reformas estructurales precarizadoras para reducir el “costo laboral”.

La principal amenaza para Eliseo, en este caso, es la colocación de una pileta en el lugar que ocupa su vivienda en la terraza, y el reemplazo de sus tareas y quehaceres diarios con la contratación de una empresa tercerizada de limpieza.

Pero Eliseo tendrá una oportunidad para oponerse al proyecto: la votación de la asamblea de propietarios del consorcio, para lo cual tendrá que luchar por conquistar el voto de cada unidad funcional del edificio.

La trama nos ofrece también el personaje secundario de Gabriel, representado por Darío Barassi, un amigo de Eliseo que trabaja en el edificio de enfrente para un servicio tercerizado de seguridad que monitorea varios edificios a la vez. Un testimonio de la precarización de estos tiempos.

Está bien, pero no tan bien

Eliseo es víctima de las pretensiones del sector de vecinos acaudalados -principalmente profesionales liberales, un sindicalista corrupto y familias acomodadas. Pero al mismo tiempo, se lo presenta como un hombre que se aprovecha de ellos. Acuerdos con los prestadores de servicios, utilización y sublocación de unidades del edificio, maniobras y manipulación.

A raíz de ello, la Agrupación de Encargados, liderada por Diego Trejo, se quejó públicamente, por considerar que se ofrece una imagen vil y corrupta de miles de trabajadores del sector. En cambio, el Suterh, sindicato que dirige Víctor Santa María, se desvinculó de esas declaraciones y sostuvo que la organización no tiene una postura oficial con respecto a la serie.

En una entrevista televisiva, Francella adujo que la serie caracteriza a un encargado en particular, que además es ficticio, y no tiene pretensiones de generalización.

Pero más allá de esta controversia, lo cierto es que Eliseo termina equiparado a sus verdugos, bastardeado, lo que en el fondo opera como un fundamento a su remoción. Lo que a su vez se justifica y/o atenúa con la elevada indemnización que debería corresponderle: algo que es mencionado recurrentemente.

Esta “demonización” del encargado de edificio es una práctica social corriente. En un país dominado por la crisis habitacional, la suba de los alquileres y la inflación, los medios publican las subas salariales de los acuerdos paritarios del sector como si estos fueran responsables de la suba de precios –al igual que lo hacen con las trabajadoras de casas particulares.

La incidencia de las ideas patronales está latente en el concepto fundamental de la serie. Si el edificio representara un establecimiento industrial o de servicios, Eliseo vendría a ser la clase obrera con sus convenios “de antaño”, “sus mañas” y su incidencia en el proceso de producción. Una lectura entre líneas en tiempos de ataques a los convenios colectivos y planteos de reforma laboral.