La literatura futurista es un buen recurso no solo para imaginar el porvenir, sino también para enjuiciar el presente y las tendencias que en él se anidan. Las “Crónicas Marcianas” y “Fahrenheit 451”, de Ray Bradbury, o “1984” de George Orwell, son algunos ejemplos.

En “La rebelión, un canto coral”, novela de reciente aparición (Cin Editorial), Nelson Marinelli sigue esa senda. Marinelli es un histórico constructor del gremio de los trabajadores de prensa, periodista y militante del Partido Obrero.

En “La rebelión…”, los rasgos que caracterizan el mundo capitalista actual (explotación, desigualdad social) han llegado a un punto extremo. Mientras los trabajadores viajan a sus labores en un transporte muy similar a los viejos trenes, el círculo ligado al Poder (con mayúsculas) lo hace en cómodos vehículos que se desplazan a altas velocidades por un sistema de tubos aislantes que les permite vencer la resistencia del aire y la fricción. Mientras hay barrios exclusivos para funcionarios, los obreros alquilan sus viviendas a las patronales, lo que acentúa su dependencia de éstas. Las jornadas laborales llegan hasta las 14 horas diarias y los hijos de los trabajadores no pueden ingresar a la universidad.

Una férrea dictadura, que tiene como vértice al Supremo, mantiene un estricto control para evitar todo contacto, distracción o instrucción que ponga en peligro el régimen u obstaculice la marcha de la producción. Los almuerzos se realizan “al pie de la máquina”, no se puede formar conjuntos musicales, los viejos libros están prohibidos, y hasta los deportes siguen un libreto preestablecido. Apenas se permite a los proletarios practicar un aburrido lanzamiento de pelota contra una pared que agiliza los brazos para el trabajo.

En aras de una uniformidad general, el gobierno ha suprimido hasta los nombres y apellidos. Solo hay letras y números que sirven para identificar a los obreros con su empresa. J de Armado en Metalicsur, por ejemplo. El hombre ha perdido toda personalidad, es apenas un engranaje de la producción capitalista.

Pero la novela de Marinelli no es solo una distopía, como ya lo insinúa el propio título. Un misterioso abandono de los lugares de trabajo, semilla de la rebelión, enciende las alarmas del Poder. “Este no puede ser el único mundo posible”, se dice a sí mismo F. (Feder en la intimidad), quien es, junto a su esposa Jali y un periodista de investigación, el protagonista de esta historia.

“La rebelión…”, que incluye un bello trabajo de ilustración a cargo de David Nudelman, constituye una estimulante propuesta de lectura.

El libro en formato PDF se encuentra disponible en forma gratuita aquí.

https://prensaobrera.com/cultura/roald-dahl-y-james-bond-los-tutores-progresistas-y-la-devaluacion-de-la-cultura