Cultura

21/11/2013|1294

El negocio detrás de la Ciudad del Rock

Frente de Artistas

En mayo de 2012, el gobierno de Mauricio Macri cerró las negociaciones con la empresa Dream Factory Comunicaçao para realizar la edición de Rock in Rio, el festival de rock más grande de Brasil (que congrega a unas 350 mil personas por edición), en la Ciudad de Buenos Aires. La empresa garantizaba realizar tres ediciones del Rock in Rio Buenos Aires como parte de un jugoso contrato. El gobierno de la ciudad se haría cargo de construir la "Ciudad del Rock", ocupando un 30 por ciento del Parque de la Ciudad, ubicado en Villa Soldati, dándole la exclusividad del uso del lugar a Dream Factory.


No estaba contemplado que los vecinos de la ciudad recibieran ningún beneficio de este negocio, sino todo lo contrario: además de perder un espacio de esparcimiento, deberían pagar entradas desde 500 pesos para presenciar el festival. Sin embargo, el "negoción" se frustró: en agosto de 2012 Dream Factory informó que la realización de la edición de Rock in Rio Buenos Aires se posponía para 2014, hasta que fuentes del gobierno, después de meses de silencio, informaron que se había cancelado de forma definitiva.


El negoción con Pop Art Music


El escándalo no terminó ahí: las obras para construir la "Ciudad del Rock" siguieron, costándole al gobierno de la ciudad (en realidad, a todos los vecinos) 69 millones de pesos. Esta vez, el "negoción" fue con Pop Art Music, nada menos que uno de los monopolios de la música más grande de Argentina: el gobierno le concedió el uso del predio a través de una de las sociedades de la empresa, llamada Siberia SA. Los números le cierran por todos lados: cuando por el alquiler de una jornada en la cancha de River pagaban 300 mil dólares, por el uso de la "Ciudad del Rock" pagarán solamente ¡180 mil pesos! Esta modalidad ya la comenzaron a implementar en el "Quilmes Rock", que se realizó hace pocos días en el predio, con entradas de 150 a 800 pesos. Pero hay más: varias fuentes comentan que por más que Hernán Lombardi, ministro de Cultura de la Ciudad, haya dicho que la licitación de la "Ciudad del Rock" está abierta, ya cerró las negociaciones con Pop Art y sus sociedades fantasmas para otorgarles la exclusividad durante cinco años. Dato de color: Siberia SA estuvo envuelta en el escándalo de los contratos millonarios de Fito Páez con el gobierno nacional, ya que fue la empresa encargada de vender esos shows.


Del otro lado, los músicos


Esta situación no hace más que reforzar lo que venimos denunciando desde hace años: el gobierno de la Ciudad se alía íntimamente con los monopolios capitalistas del arte, ofreciéndoles negocios millonarios, mientras la situación de los músicos y los artistas en general no hace más que empeorar. La pseudo "política cultural" del gobierno de la ciudad consiste en convertir a la CABA en un paraíso para los capitalistas del turismo, el juego, el arte y la prostitución, expulsando a los trabajadores a la periferia. Esto se liga a la especulación inmobiliaria, organizada tanto por el macrismo como por el kirchnerismo.


Pero la situación que los músicos vivimos -insistimos-, es de una total precarización laboral, teniendo incluso que pagar para poder presentarnos en vivo, sin un verdadero fomento de los gobiernos para que podamos desarrollar nuestro arte.


Nuestra propuesta


La conquista de una banca en la Legislatura porteña por parte del Frente de Izquierda nos abre una enorme perspectiva para reforzar las luchas que venimos llevando a cabo desde hace años con Músicos Organizados y el Frente de Artistas. En contraposición a la política de privatización del arte y la cultura que defienden los gobiernos capitalistas, proponemos: la reapertura y reacondicionamiento de todos los centros culturales estatales, la apertura de nuevos centros culturales en todas las comunas, en los cuales se desarrollen las genuinas expresiones de todo tipo de artistas, con cachet e infraestructura necesaria a cargo del Estado, con talleres y entradas gratuitas para los vecinos, todo bajo control de las organizaciones de artistas y trabajadores de la cultura. Este es el programa que va a defender a fondo el Frente de Izquierda en la Legislatura.