Cultura

24/6/2015|1369

El Premio Asturias y la obra de Leonardo Padura

El escritor cubano Leonardo Padura recibió el Premio Princesa de Asturias 2015 a las Letras. Se lo premió con 50 mil euros y, lógicamente, con un enorme prestigio.


Padura ha estado precedido por el éxito de grandes novelas (“El Hombre que Amaba a los Perros”, “Herejes”, la serie que tiene al detective Conde como su protagonista central, etc.).


 


El papel político de los ‘premios' internacionales siempre está en debate. Particularmente, el  Princesa de Asturias, establecido por la fundación del mismo nombre, tiene como propósito político-social prestigiar a la monarquía española. Antiguamente, similar papel jugaban los artistas plásticos: cuadros, grabados y estatuas encargados por el poder tenían el objetivo político directo de prestigiar social y políticamente a reyes y poderosos.


 


La monarquía española está fuertemente golpeada. Ha tenido que abdicar Juan Carlos I, acusado de corrupción lujuriosa en mitad de una crisis económico-social sin precedentes en la península. En su lugar ha asumido su hijo Felipe como rey. La fundación y el premio se llamaban hasta este año Príncipe de Asturias porque éste es el título de quien está destinado a suceder al monarca en el poder. Su asunción ha obligado a cambiar el género del premio, porque ahora la delfina es su hija Leonor, de sólo 9 años. Los que profesan ideario republicano contra las monarquías repudian estos mecenazgos usados por los representantes del poder que se prestigian montando ceremonias ‘aristocráticas' para ensalzar su ‘sensibilidad' y ‘progresismo'.


 


A pesar de contar con jurados que en muchos casos tienen una actitud independiente, muchas veces estos premios han sido utilizados como armas políticas para prestigiar el accionar político de figuras reaccionarias o controvertidas. Nadie debe olvidar que otro premio internacional, el Nobel de la Paz, le fue entregado al presidente Obama, responsable de guerras continuas contra los pueblos de Asia y Africa (Afganistán, Irak, Siria, etc.). La propia Fundación Princesa de Asturias tiene, entre otros, también un premio “de la Concordia” que fuera entregado en el pasado al rey Hussein I de Jordania, monarca prosionista, represor del pueblo palestino; o a Adolfo Suárez, uno de los artífices de la transición del franquismo a la monarquía.


 


¿Tiene alguna relación política el premio otorgado por la Fundación Princesa de Asturias a Leonardo Padura, con los acuerdos establecidos entre Obama y Raúl Castro para levantar el bloqueo a Cuba?


 


En sus fundamentos, el jurado de la fundación homenajea a Padura porque es un “intelectual independiente” que muestra “los desafíos y los límites en la búsqueda de la verdad” y una “soberbia aventura del diálogo y la libertad”.


 


¿Un aliento a la negociación Cuba-USA?


 


Padura siempre se declaró un hombre defensor de la revolución cubana. Usó el estilo de la ‘novela negra' de detectives para pintar frescos sociales de la realidad cubana, planteando crudamente muchas de las contradicciones de la Cuba revolucionaria sometida al bloqueo contrarrevolucionario. En su novela “Herejes” (ver crítica PO N° 1.307:  http://www.po.org.ar/prensaObrera/1307/politicas/elogio-de-la-herejia), Padura denuncia a burocracias que degeneraron en el poder y la desmoralización de la juventud cubana que busca recrear un ideal revolucionario y no encuentra su camino.


 


Padura siempre ha reclamado que no se lo encasille políticamente, que quiere ser considerado por su prosa en la que “vive y padece la realidad cubana… y trata de interpretarla en sus libros”. Pero no es un adulador del poder, sino un hereje que busca su camino.


 


Cualquiera sea el objetivo del premio, no cabe ninguna duda que Leonardo Padura se merece esta distinción, porque es uno de los grandes escritores cubano y mundial.