Cultura

7/2/2022

“El último duelo”: la voz de una mujer abusada

Un momento violento e histórico que ocupa un lugar central en la adaptación cinematográfica del director Ridley Scott.

“El último duelo” está basada en la novela escrita por el profesor estadounidense Eric Jager, que narra la desgarradora historia de abuso y búsqueda de justicia por parte de Marguerite de Carrouges, interpretada en el film por Jodie Comer. La adaptación cinematográfica es dirigida por Ridley Scott, conocido por cintas como “Blader Runner” y “Alien”, entre otras. Los escritores Matt Damon, Ben Affleck y Nicole Holofcener (además actores de la película en el caso de Damon y Affleck) abarcan el controvertido tratamiento de la voz de una mujer en el siglo XIV (Marguerite de Carrouges). En la era del movimiento #MeToo, da una mirada retrospectiva desgarradora a la violencia sexual y el continuo asalto a la dignidad de una mujer una vez que reúne el coraje para hablar en contra de su agresor.

La narración sigue el duelo legal final que tuvo lugar en París, Francia, dentro del siglo XIV. Después de acusar de violación al escudero Jacques Le Gris (interpretado por Adam Driver en un papel atípico a su carrera hasta el momento), la mujer noble Marguerite de Carrouges se ve obligada a defender su afirmación de haber sido agredida sexualmente y exige justicia. Pero su testimonio se topará con la lente masculina de los hombres en el poder judicial y social.

El largometraje es un testimonio de la versatilidad cinematográfica del director, con una historia que disecciona la voz de una mujer de la nobleza abusada dentro de un mundo patriarcal. Sin embargo, esta historia se ve oscurecida por la multiplicidad de miradas desde que se encara el film (en un claro reflejo a una estética similar a “Rashomon” de Akira Kurosawa). Este es tal vez uno de sus grandes dilemas, ya que da prioridad a los testimonios masculinos y una atención desmedida a un duelo masculinizado hasta el extremo.

Relatos históricos de abusos

El film busca brindar una sensación de validez y peso detrás de la afirmación de una mujer, Marguerite de Carrouges, de haber sido violada y cuyo testimonio ha sido puesto en duda. El caos político se produce cuando la protagonista testifica que Le Gris viajó a la casa de su suegra para finalmente violarla, y se ve obligada a defender su dolorosa verdad ante los oídos dudosos de la justicia y el clero. En el momento del asalto, Marguerite de Carrouges estaba sola, su esposo había viajado a París y los sirvientes junto con su suegra estaban fuera de la propiedad. Podría decirse que el momento y el motivo se acomodan ya que su esposo, Sir Jean de Carrouges (interpretado por Matt Damon), viaja a París luego de una discusión con Le Gris sobre la propiedad familiar de Marguerite.

Al momento en el que una mujer presentaba su testimonio de los hechos y acusaba a un hombre de violación existía un gran riesgo para ella. De ser declarado culpable, el perpetrador sería castigado con la muerte. Sin embargo, si se creía que la mujer estaba mintiendo, era ejecutada de una manera espantosa y horrible, quemándola en la hoguera. Una verdadera espada de Damocles que colgaba sobre cualquier mujer que se atreviera a testificar.

Conviene agregar que Marguerite de Carrouges debe atravesar todo ese calvario judicial a pesar de su situación social privilegiada, como mujer de la nobleza. La realidad del resto de las mujeres, sometidas a la opresión y explotación social combinada del clero y la nobleza, era aún mucho más dramática. Dicha indulgencia es una atribución de clase que no puede ser pasada por alto. En el film, las grandes olvidadas son esas mujeres que no comparten la misma condición social de los agresores (la nobleza francesa) y que, frente a la resolución propuesta a la protagonista quedan en un estado de mayor indefensión, sus voces y cuerpos silenciados frente a un poder que se abalanza brutal incluso bajo el lema de la “justicia”.

La premisa de la película erupciona cuando el esposo de Marguerite, Sir Jean de Carrouges, le pide al rey francés, Carlos VI, junto con la corte francesa que busque justicia y retribución. Sin embargo, la violencia sexual contra las mujeres rara vez llegaba a los tribunales. De hecho, solo se sabe que 12 casos de violación fueron a parar a los tribunales franceses entre 1314 y 1399. Además, la esposa era considerada propiedad del marido. Esto hizo que Marguerite se viera obligada a dejar su destino en manos de él, que tenía una posición social más poderosa en un mundo manejado de forma patriarcal. A pesar de las persistentes súplicas de Sir Jean al parlamento francés, su opción final fue desafiar a Le Gris a un duelo en el que Dios decidiría quién es inocente.

La verdad de “El último duelo”

Riddley Scott busca contar la violenta historia del último duelo legal registrado en la historia. Los eventos que conducen a la batalla final muestran la angustia de una mujer que ha sido maltratada no solo por un hombre, sino por un régimen oscurantista y opresor. Marguerite debe maniobrar en el campo de batalla político y social que surge una vez que ella dice lo ocurrido. Ese es el verdadero último duelo que se le presenta.