Las agrupaciones abajo firman­tes, vinculadas a la actividad cultural en sus más diversas expre­siones, convocamos por medio de es­te llamamiento a los hombres y mu­jeres relacionados con nuestro que­hacer de vida. Los convocamos a agrupamos en la lucha por una cau­sa histórica que se concreta de un modo particular en esta Argentina de hoy, bajo el gobierno de Kirchner.

Muy concreta: la empresa “pro­gresista” del gobierno se ha revelado como un completo fraude. La dema­gogia “nacionalista” se cae a pedazos por la realidad de una confiscación po­pular sin precedentes para compen­sar a la banca usurera, subsidiar a los grandes pulpos capitalistas y acordar con el FMI.

¿“Antineoliberalismo"? El gobier­no ha impuesto el mayor "ajuste fiscal” de la historia. En tres años de go­bierno “popular” la participación de os trabajadores en la riqueza producida ha sufrido un recorte de 30.000 millones de dólares, según acaba de informar el oficialista Clarín. Una ácima parte de esta confiscación financia los miserables planes Jefas y Jefes, que ahora se quieren eliminar.

Claro que con la bendición del Epis­copado.

¿“Setentismo”? Los planteos de­recho-humanistas han dado paso a la represión a la protesta social. Es­tán presos no los rapiñadores del pa­ís, sino los trabajadores desemplea­dos que ocupan las instalaciones de estos chupasangres, para pedir tra­bajo, como es el caso ahora de Cale­ta Olivia. Mientras tanto, el minis­tro de Interior se acaricia el bigote para declarar que no hay nadie más “pro-cana” que él (textual). Sus ami­gos de la patota bonaerense, cómpli­ces de la masacre de Puente Pueyrredón, han neutralizado la corres­pondiente causa judicial.

¿“Antiimperialismo”? Los gen­darmes argentinos han ido a salvar­le las papas a Bush en Haití, donde cuidan el “orden" de un gobierno im­puesto por los marines de Bush, que hambrea a uno de los pueblos más miserables del planeta.

La “reconstrucción de la burguesía nacional”, que celebran algunos plu­míferos al servicio de la letra del po­der, se consuma así como una tarea re­accionaria y antiobrera. Y, además, in- viable. La salida de la bancarrota menemodelarruista, plantea una hipote­ca ilevantable, más temprano que tar­de. Es la ley de todos los gobiernos im­potentes: suben con un default y caen con un default todavía más vasto y pro­fundo. Así será.

El mundo de la cultura oficial es una impostura al servido de vestir a la mona de seda. La cultura real se degrada en los negocios privados de la industria respectiva, en la ex­plotación turística a la cual preten­de integrarse en “paquetes” para los cuales tanto valen los museos como los casinos y los prostíbulos elegan­tes.

¡El presupuesto de educación y cultura más bajo de la historia vale como un símbolo del supuesto progre­sismo reinante! En estas condiciones, la actividad científica queda bajo la dependencia de los intereses corpora­tivos del gran capital. La privatiza­ción en el ámbito de la educación y la ciencia convierte al profesional en un rehén, inclusive intelectual, de la la­bor depredadora de los monopolios de patentes y negocios de la más diver­sa variante.

¿No hay que decir basta? Decir no y gritar bien alto que la causa de la cultura y la libertad, de la ciencia y la educación, del antiimperialismo y la reconstrucción nacional es incom­patible con los parásitos de nuestra burguesía nativa. Y con el servilismo de sus mandantes en el gobierno.

¿No corresponde, entonces, que nos agrupemos para plantear una al­ternativa, por un país reconstruido sobre nuevas bases sociales, donde se reconstruya a/ trabajador y no a los explotadores; la cultura, la educación y la creación, y no a sus depredado­res?

Por una Argentina que rompa con el FMI, con la usurera deuda exter­na, y que planifique su producción pa­ra beneficio de la mayoría nacional.

Tan sencillo como eso es agru­pamos por una alternativa obrera y socialista. Una gran causa, también, de lo mejor de la cultura, la ciencia y el arte, por los cuales y en los cual tratamos de subsistir. La cultura, la ciencia y el arte… que concebimos como una gran cuestión social y política de nuestro tiempo.

Por eso mismo, convocamos al Encuentro de nuestros compañeros en tomo a esta perspectiva. Para dis­cutir nuestra lucha y nuestras reivin­dicaciones. El próximo 12 de diciem­bre a las 10 horas en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.