El guitarrista de tango Moscato Luna y las cantautoras Sofía Viola y Valentina Cooke dialogaron con Hernán “Cabra” de Vega (cantante, guitarrista y compositor) este viernes 24 en la novena edición de la radio de Músicxs Organizadxs, en una semana de intensa actividad para la agrupación (con una asamblea de músicos al día siguiente y una concentración con los reclamos de artistas frente al Ministerio de Producción de la Provincia de Buenos Aires el martes 27).

Tratando de entender a la humanidad

Sofía Viola nació en Lanús, provincia de Buenos Aires, es hija de un trompetista y una bailarina. A los 11 años aparecía en un programa de televisión tocando la trompeta, lo que la llevó a estudiar teatro. Después estudió canto e incursionó en el tango.

En la entrevista contó que le llegó la cuarentena en un momento que estaba preparando las giras y estas se fueron cayendo. Por ello aprovechó a disfrutar del hogar -"la raíz", dice- y descansar, ya que muchos años de viajes cansan y “parar me hace creer que podría trabajar menos”.

Consultada sobre cómo son sus giras, señaló que "son solitarias, con la guitarra, el ronroco, computadora, mochila y maleta". Va parando en distintos lugares, sean hoteles o casas, y tocando tanto en un festival o un gran bar de una ciudad importante como en uno pequeño de un pueblo o en una casa. Le interesa conocer gente y estar abierta a las propuestas. En ese sentido, señaló que es perceptiva y trata de entender cómo piensa la gente. Y que se siente “casi sin nacionalidad, en el aire”. Ese flotar le genera una visión distinta de la humanidad más allá de las regiones. Más allá de los diversos públicos y nuevos amigos, agrega que va “entendiendo más a la humanidad y a los malos gobiernos”.

Cree que hay un mito alrededor de los grandes países y no ve que la gente esté mejor en el primer mundo: “no debiera llamarse así”, sentenció, ni menospreciarse al propio país. La pandemia, para la cantautora, ha hecho tomar conciencia de que los artistas estamos trabajando en condiciones precarizadas en todos los países. Señala que los reclamos en Alemania y España fueron una constante y que muchos creen que en los países del primer mundo las condiciones de trabajo son mucho mejores, pero “estamos en el horno”.

La veta guitarrística

Moscato Luna empezó incursionando en el folklore en Villa Dominico, Buenos Aires, lugar donde nació. Luego, y de forma autodidacta, se dedicó al tango, acompañando a diversos cantantes.

En el diálogo marcó que esa elección se dio al ver la figura importante de la guitarra dentro del género, ofreciendo una serie de posibilidades sonoras y compositivas, como así también en diferentes roles.

A la hora de acompañar cantantes, se puede decir que tocó con todos, pero destacó a Nelly Omar. Con Cucuzza Castiello grabó el disco “El tango vuelve al barrio, tocado en vivo en el bar “El Faro” de Villa Urquiza, siendo un acontecimiento barrial. En el año 2013 impulsó el “Primer Festival de la guitarra en el Tango”, que se realizó en la Casa del Tango, homenajeando al maestro Juanjo Dominguez. Formó el Moscato Luna Trío, con el que se presenta.

Antes de la cuarentena venía haciendo un disco con Osvaldo Peredo, que dijo que piensa retomar cuando se retomen las actividades. Moscato explicó en la entrevista lo difícil que es solventarse los pasajes para las giras, y que el streaming (la retransmisión online) "está hecho para los consagrados", solventando el negocio de los empresarios y los dueños de los lugares, mientras para los músicos es costoso acceder a ello.

La barrera del streaming

Valentina Cooke, nacida en Buenos Aires y criada en el Bolsón en un ambiente musical, habló de sus comienzos. En la casa de su pareja Gaspar Benegas, la madre de él, Maria José Cantilo, la incentivó para que aprendiera canto y ahí consideró la posibilidad de de hacer música. Rodeada de músicos, la convencieron para que compusiera y así fueron saliendo las primeras canciones, influenciada por músicos de soul, rock, rap, entre otros, descubrió su vocación y no paró de componer. Siguió estudiando con profesores de canto y música, intentando tener mas elementos para componer.

En relación con sus primeros trabajos, mencionó a la banda de hip-hop y rap Cartel de Quinquela, liderada por el cantante Tongakali, a quien reconoce como gran influencia junto a Lauryn Hill. Después de ello cantó "Rojo”, un tema de su disco Instinto animal, junto al grupo Los Lobos.

¿Ahora estás haciendo streaming?, le preguntó el entrevistador. La respuesta, rotunda: "No. Me parece macabro someter el arte a eso. Al músico independiente, que no es tan masivo, le queda el vivo que permite laburar y subsistir. Sin el vivo te quedas sin lo vital. Más allá de que podamos escuchar la música en las plataformas, a los que la generamos 'nos hacen pelota': el streaming es frío, super desconectado, ya que necesitás la respuesta del oyente: el artista se nutre con el cariño del público".

A ello agregó que la barrera del streaming lleva “a sacarnos el arte", a seguir aislándose ante una enfermedad que “no apareció así nomas y estamos en un sistema que crea las enfermedades”. En relación con ello, sostuvo que es interesante el veganismo y el vegetarianismo y es revolucionario no comer carne, puesto que la industria de la carne es la responsable del desarrollo de enfermedades que luego pasan a las personas.

Finalmente, Cooke explicó que no es casualidad que la pandemia se dé en un momento de movilizaciones sociales y movimiento de mujeres, como para bloquearlas, y que la tecnología e internet fueron herramientas que sirvieron para organizarse y salir a luchar. Y señaló que esta lucha provocó un cambio de conciencia, dando el ejemplo de Chile. Por último, señaló que se siente identificada con las luchas de Musicxs Organizadxs.

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