Cultura

16/5/2023

“Festival por el Frente”: cuando en el Luna Park tocaron los antiimperialistas

El concierto de Fito Páez y decenas de artistas por una lista electoral y una acción común de la Izquierda y los trabajadores. Organizado en 1985 por el Partido Obrero.

Logo del festival.

El renovado interés cultural y popular en la década del 80, que en Argentina coincide con el llamado “retorno de la democracia”, impulsó el rescate de un material audiovisual del Archivo de Prensa Obrera -que merece ser conocido.

Estamos hablando del “Festival por el Frente”, un singular concierto de rock, folklore y música popular, convocado por el Partido Obrero y la Unión de Juventudes por el Socialismo (UJS). El evento ocurrió el viernes 16 de agosto de 1985, colmando la capacidad del mítico Luna Park de la Avenida Corrientes.

No es para menos. Se dieron cita artistas en ascenso, algunos de los cuales lograrían trascendencia internacional.

Es el caso de un joven Fito Páez, que lanzaría ese mismo año el fenomenal disco “Giros”. Algunos de sus éxitos más recordados, como “11 y 6”, pudieron ser disfrutados por los participantes del Festival.

Al Festival concurrieron otros grandes de la época, como el multifacético compositor de folclore Gustavo “Cuchi” Leguizamón, o el actor y cineasta chileno nacionalizado argentino Lautaro Murúa, protagonista –entre otros- de “Invasión”, el film de Hugo Santiago considerado en una encuesta reciente como el segundo mejor de nuestro país.

Aportaron su música distintos grupos y solistas, como Makumagüela, María Rosa Yorio, Aníbal López Monteiro, Enigma (Hard Rock), José María “Tata” Ávila, Rafael Araya y Canto Nuevo (de Chile), Omar Sierra y muchos más.

Como si fuera poco, desde las 16 hs del mismo viernes, la UJS organizó la “previa” en el Obelisco, donde se presentaron artistas populares y músicos. Las banderas desplegadas llamaban a “luchar contra el imperialismo” y reclamaban el “juicio y castigo” y el “no a la amnistía”. Desde allí concurrieron –marchando- hacia el Luna Park.

En las semanas anteriores, festivales locales, así como también infinidad de charlas debate y actos, se habían multiplicado en las provincias.

El Festival por el Frente recibió la adhesión de Madres de Plaza de Mayo; de Madres, Abuelas y Frente por los Derechos Humanos de Rosario; de la Comisión de Familiares de Zona Norte; de la Organización de Presos Políticos de la Penitenciaria de Santiago (Chile). Además, de numerosos representantes gremiales, políticos, estudiantiles, culturales y populares, muchos de ellos provenientes del peronismo.

Del movimiento obrero participaron los referentes de las luchas del periodo, como los despedidos de la Ford y las seccionales opositoras de la Uocra. Existió una nutrida concurrencia del gremio gráfico. Allí, un frente de la lista Naranja, liderada por Néstor Pitrola, con el sector de Raimundo Ongaro, fundador de la CGT de los Argentinos, venía de desplazar a la conducción impuesta por los milicos y la derecha peronista –lopezreguismo.

En el Festival hablaron Juan Yáñez, un importante dirigente obrero de Neuquén y Río Negro, y Jorge Altamira, por la dirección del Partido Obrero. También enviaron saludos Catalina Guagnini, de Familiares de Desaparecidos, y Gregorio Flores, dirigente clasista del Sitrac. El presentador del evento fue Eduardo Salas junto a otros compañeros.

¿Cuál fue el motivo que congregó artistas y personalidades tan dispares? Al balancear el “contrato social” de la naciente democracia, muchos sectores populares estaban transitando de la esperanza al desencanto.

La situación económica era de un caos irremediable. Argentina seguía, como en la época de la dictadura, sometida al dictado del FMI y a las órdenes de Washington. El gobierno de la UCR había reconocido en su totalidad la deuda ilegítima de los militares. Al honrar su pago, el presidente Raúl Alfonsín condenaba al pueblo a una miseria nunca vista.

Mientras tanto, el peronismo seguía dominado por una cúpula con lazos con la dictadura y el gobierno de Isabel Martínez de Perón, compartiendo los lineamientos centrales del alfonsinismo. Las direcciones sindicales y los llamados “renovadores” participaban de este juego.

El cuestionamiento a la idea de que “con la democracia se come y se educa”, como decía el célebre discurso presidencial, es decir, que bastaba la instauración de una democracia formal para resolver los problemas económicos del país, se combinaba con una desconfianza hacia las instituciones y su capacidad de terciar en la crisis de la transición.

Lo que no muestra la película de Santiago Mitre 1985 es que el desarrollo del juicio a las Juntas estuvo acompañado de una negociación por la amnistía a los militares, orquestada con el aval de Estados Unidos. La misma se plasmó poco después en las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Ni Alfonsín ni ningún gobierno hasta la fecha abrió los archivos de la dictadura.

En este cuadro, el llamado del Partido Obrero a un Frente político de la Izquierda, de carácter antiimperialista y por la independencia obrera, encontró un eco genuino. Además de los artistas, se multiplicaron los debates en las bases obreras y de la militancia popular.

Los números de Prensa Obrera de aquel entonces reflejan los numerosos llamamientos a constituir un Frente, proveniente de militantes y direcciones regionales partidarias, especialmente del MAS, del Partido Comunista, de desprendimientos y líneas internas del Partido Socialista.

El acierto de esta iniciativa, que empalmaba con el sentir popular, explica que el Partido Obrero, una pequeña organización en aquellos años, haya podido desenvolver una campaña tan ambiciosa.

La constitución del Frente no corrió la misma suerte que el Festival. La mayoría de los partidos de la izquierda, a pesar de la presión de sus bases, se inclinó por componendas con la burguesía.

El Frente, sin embargo, estuvo a punto de materializarse con un llamado conjunto del MAS y el PO (que llegó a presentarse en la Justicia). Pero, al enterarse, la dirección del Partido Comunista –que rechaza hasta el momento la línea frentista- le abrió al MAS la puerta a participar en su acuerdo con figuras del régimen, poniendo como condición la exclusión del PO. El MAS, en un cálculo electoral, desistió del acuerdo con el PO y formó con el Partido Comunista el Frente del Pueblo que se presentaba a sí mismo como la “tercera lista peronista” con José Villaflor, un dirigente gráfico ligado a Ongaro, a la cabeza.

La elección legislativa de noviembre del 85 representó un revés para los partidos del centro político (UCR y PJ). El electorado tendió a desplazarse a variantes de la derecha o de la centroizquierda del régimen. La ausencia de una opción programática sólida le impidió a la Izquierda una capitalización del descontento.

En momentos en que las grandes productoras revisitan los 80, con sucesos como el film 1985 o la exitosa serie El Amor después del Amor, y hasta se publica un best seller de memorias políticas (Diario de una Temporada en el Quinto Piso, de Juan Carlos Torre), Prensa Obrera busca aportar una mirada de otra clase sobre la década, colaborando en arrojar luz sobre los desafíos del presente.


Fito Páez: “Por qué la izquierda no se une, en lugar de juntarse con Alsogaray en la Multipartidaria”

Publicado en Prensa Obrera N° 103, 4 de julio de 1985.

Fito Páez estaba ensayando en su casa de Villa Urquiza. Cuando le adelantamos el motivo de nuestra visita se prendió con todo. La idea del Festival lo entusiasmó. Charlamos en un clima de gran camaradería. Podíamos haber seguido durante horas. El compositor y cantante se mostró muy dispuesto a trabajar para que el Festival sea un éxito y para que “sirva, que podamos avanzar, dar un primer paso hacia el frente”, no solo como compositor, no solo como cantante, sino para militar, para “que las cosas pasen”.

P.O.: A lo largo de nuestra historia enfrentamos el problema del sometimiento nacional en forma reiterada. Hoy nuevamente chocamos abiertamente con la opresión imperialista, ¿no crees que es necesario abrir una lucha consecuente, a fondo y definitiva para expulsar al imperialismo del país?

Fito: Como concepto suena genuino, suena bien y es muy noble. Tenemos que hacerlo real y concreto. En el ambiente flota la idea de esta lucha. Esto es muy necesario. Hay que ganar a la mayoría, debemos tener respeto por ella. La sociedad argentina tiene su idiosincrasia, la clase media juega muchas veces un papel negativo, es el talón de Aquiles de esta lucha. Tenemos que volcarla a nuestro favor.

P.O.: ¿De qué manera repercute en el medio artístico esta realidad de sometimiento del país?

Fito: En todo, especialmente en lo económico. Tener estos equipos me costó ocho años de laburo, en cualquier país en un buen año de laburo te compras todo. Ahora precisaría un estudio, por ejemplo, de 24 canales para hacer lo que tengo en mente, pero no puedo, además hay un gran atraso tecnológico. Está claro que no puedo pedir el equipo cuando hay gente que no tiene para comer, pero igual es una limitación. Además está la historia de siempre: las empresas, discográficas multinacionales. Lo que me parece berreta y superantiguo es eso de la crítica a toda la música extranjera. Como si revolucionarios fueran los que cantan canciones de Violeta Parra, por ejemplo. Es equivocado decir que el rock es imperialista y el folklore no.

P.O.: Nuestro partido batalla por darle una dirección unitaria a la lucha por el no pago de la deuda externa, por el salario igual a la canasta familiar y el juicio y castigo a todos los culpables, es decir, planteamos un frente antiimperialista, ¿qué opinión te merece?

Filo: Me parece una idea super-piola. En un momento, cuando surgió lo de la multipartidaria, pensé: ¿por qué por la izquierda no se forma un frente? ¿Por qué la izquierda no se une, en lugar de juntarse con Alsogaray, el representante de 200 familias que digitan la vida de 30.000.000 de argentinos? Pienso que la idea de la unidad es una cosa lógica y humana. Así como yo me junto con los músicos a hacer lo nuestro, así la gente tiene que unirse y los militantes de los partidos que están en lo mismo también. Me parece que la idea es correctísima.

P.O.: ¿Cómo ves el Festival del Luna?

Fito: Me parece una buena idea. Pero debe servir para la bandera que lo convoca. Debe ser integral, realmente, es decir que haya una integración entre la gente, el tipo que está tocando y los que lo organizan. Por mi experiencia con varios grupos (yo fui militante de la JP), con el Partido Obrero nunca trabajé, no quiero que el resultado sea: 10.000 tipos que van a escuchar a tres cantantes y los militantes que se van con la idea de que metieron a Charly García en el Luna. El asunto es: vamos a charlar qué pasa, nosotros a hacer un tema acorde a las ideas planteadas, que sirva para que pasen cosas. Lo que me parece nefasto, porque con el dolor de la gente se lucra mucho, es que se suba un tipo, diga tres gansadas y listo. No hay que ir con propuestas perimidas, descolgadas de la realidad. Hay que lograr que el Festival sirva, que podamos avanzar, dar un primer paso hacia el Frente.

P.O.: Eso es lo que pretendemos nosotros también. Gracias. Fito y te esperamos en el Luna.

Fito: De nada y no se olviden de mandarme la prensa.