La joven banda de rock Gainza lanza este viernes 16, por la medianoche, Las luces aquellas, su primer disco de larga duración.

Producido de manera independiente, el álbum es recorrido por siete canciones que tienen la particularidad de haber sido creadas en plena cuarentena, poniendo de relieve la capacidad del arte independiente de reinventarse una y otra vez.

Gainza nace en 2017 en la Ciudad de Buenos Aires. Su música juega con distintos géneros y estilos: rock, pop, electrónica, folk y cualquier formato que se adapte a la canción. Tiene raigambre en el rock alternativo de los años ’90, pero suma elementos de otros géneros. La lírica, además de retratar situaciones personales y sociales, también se inspira en historias de la literatura universal.

Su recorrido comienza con el EP Fuimos felices, que deja cuatro canciones bien diversas. En 2018 llega el segundo EP, El fuego, mucho más orgánico y folk. 2020 comienza con el single Pascal, producido por Juanito El Cantor y con tintes de punk rock. El año continúa con una serie de composiciones hechas durante los singulares días del aislamiento social: “Truquitos”, “Allegro” y “Piratas buenos” -canciones cortas y simples grabadas por muchas personas a distancia.

“Si hay un viejo orden lo derribaremos la rebelión chilena presente”

Una de las canciones que conforman Las luces aquellas coloca a la banda en el campo de las rebeliones latinoamericanas. Hablamos de “Piratas buenos”, de un suave pero profundo arpegio y acompañada por una potente letra: “Son los piratas por luchar contra Este estado qué les dice qué ya llegará su parte del pan, les dice que derramará de la copa vino y miel (…) Allá desierto acá el mar (…) Cansados de callar ¡Si hay un viejo orden lo derribaremos!”

Estas oraciones hacen referencia al pueblo chileno y su heroica lucha contra el régimen que perpetúa las desigualdades, precariza a la juventud y le quita cualquier perspectiva de desarrollo personal y colectiva. “Piratas” es la metáfora que utiliza la canción para mencionar a los miles que perdieron los ojos por los perdigones del Estado que apuntan a los ojos, para intentar así enceguecer a las masas. Pero la represión no logra doblegar a una juventud y a un pueblo trabajador que están decididos a no dejarse derrotar. Y que tienen la posibilidad en sus manos de cambiar la historia.

Para les jóvenes artistas, los movimientos de lucha y las rebeliones que protagoniza nuestra clase no son ajenas. En el “Cosquín rock” del verano fue Wos quien, junto a Ciro y los persas, ante miles rapeó en defensa del pueblos chileno, apoyando la rebelión y pronunciándose contra la represión del Estado.

Una generación de trabajadores del arte que eligen conscientemente qué reflejar y dónde posicionarse.

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