Cultura

5/6/2023

"Habitación Macbeth": un piedrazo contra el espejo burgués

Un unipersonal poderoso que busca romper el espejo de la máquina teatral para develar qué hay detrás.

Audivert interpreta a los distintos personajes de la clásica obra de Shakespeare

Terry Eagleton ya lo planteó con claridad: "La crítica [literaria] marxista de Shakespeare comienza con Marx mismo"[1]. Como se ha analizado en las páginas de la revista teórica En Defensa del Marxismo[2], la lectura de los textos del dramaturgo inglés estimuló a Karl Marx para develar los secretos detrás de la economía política burguesa. La presentación de "Habitación Macbeth" en el Centro Cultural de la Cooperación (que se exhibe los fines de semana de junio, julio y agosto), ¿puede agitar nuestra subjetividad revolucionaria para inspirarnos?

La propuesta teatral, con dirección y actuación de Pompeyo Audivert, música de Claudio Peña y diseño de luces de Horacio Novelle, consiste en una adaptación para un único actor de una de las tragedias más conocidas de William Shakespeare. Este atrevimiento estético merece, ya de por sí, la atención del público. Durante una hora y media, el esfuerzo de Audivert por expresar distintos personajes a través de poses, estilos de movimiento y caracterizaciones de voz diferenciados se combina con un curioso y rico uso de los pies. En síntesis, un alto nivel de exigencia física. La nobleza de los recursos utilizados -para citar una frase criolla fuertemente artística- no se agota en la actuación; ésta es acompañada por un excelente manejo del sonido y por un control igualmente destacable de la iluminación. La ambientación musical y los efectos agregados a la voz del actor, por ejemplo, aumentan la tensión en el corazón del espectador.

Este arsenal estético está dirigido con una propuesta clara. Pompeyo Audivert busca hacer transparente la máquina del teatro, quizás inspirado en Bertolt Brecht. Los personajes debaten sobre el teatro y la figura del actor. No se convoca a que el circuito teatral funcione como espejo de la realidad, sino que se busca que sea una piedra para destruir todo espejo y permitirnos ver qué hay detrás. Una representación reciente de "Las manos sucias" de Sartre tuvo un objeto similar; pero es Audivert quien sale airoso allí donde ésta no pudo.

Macbeth engordado

La obra original narra un relato de violencia política con un énfasis fundamental en el tema del traidor y del héroe. Macbeth, noble escocés, se encuentra con tres brujas. Éstas le presagian que obtendrá un nuevo título de nobleza y, posteriormente, la corona de rey. Al enterarse, al poco tiempo, de que ha sido nombrado Barón de Cawdor, "las horribles proyecciones de la imaginación" agitan su "débil condición humana"[3]: planea traicionar a su monarca y matarlo, para usurpar el trono. Este primer asesinato abrirá una seguidilla de crímenes sangrientos para consolidar su posición.

Audivert incluyó agregados nuevos en su proceso de adaptación del guion original. Ésta es una operación similar a la realizada por Pablo Katchadjian en "El Aleph engordado": En los intersticios de un texto previo, ya consagrado por la academia de Letras, el escritor sumó pequeñas redacciones de factura propia. Dicho engordamiento condensa sentidos, o los tuerce un poco. Entre otras aperturas, este método le permite a "Habitación Macbeth" incluir una referencia más fuerte a lo sexual en el cuerpo de la esposa del usurpador, Lady Macbeth. En un momento clave, Audivert se anima a corromper el texto shakesperiano, cruzándolo con una producción criolla (el "Poema conjetural" de Borges). Este cruce de tradiciones es creativo, genera interés e invita a inventar nuevas mixturas.

Las creaciones de Shakespeare tienen como uno de sus rasgos fuertes la carga poética de los diálogos y, en particular, de los soliloquios (monólogos interiores que los demás personajes no escuchan; el flujo interno de la conciencia expresada en voz alta por el actor). La fortaleza con la que Audivert recrea monólogos originales es altamente disfrutable. Sin embargo, algunas de las elecciones que tomó el director pueden ser menos agradables que otras para quienes estén más fascinados con el texto-fuente. Por ejemplo, no se entiende por qué quitó aquella frase clave donde Macbeth define "la vida" como "un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y furia"[4]. Esta sentencia define, agregamos nosotros, la vida bajo un régimen social de opresión y contradicciones.

Ellos matan

No obstante, toda interpretación actoral de Shakespeare implica realizar una lectura. Sería un error casi stalineano buscar una (inexistente) versión "pura".

Entre las adaptaciones de "Macbeth" que más vale la pena comentar, se destaca la versión cinematográfica a cargo de Roman Polanski (1971). Elaborada después de que el clan Manson haya asesinado a su esposa Sharon Tate y a cuatro amigos más, la cinta es, por lejos, una de las reinterpretaciones más sangrientas que se han hecho. Mientras que el original deja que varios asesinatos importantes transcurran fuera del escenario, Polanski los exhibe absolutamente todos. Más aún, incluye una impactante escena de asesinato masivo (al estilo Manson). El texto shakesperiano es fuertemente violento y tétrico; el juego activo con estos elementos abre la puerta a la elaboración artística.

En "Habitación Macbeth", la sensación de oscuridad, perturbación y malevolencia se funde con la violencia del poder. La obra no cae en la pseudo-elaboración simplona del estilo del viejo arte-propaganda stalinista, sino que ejecuta un fino trabajo de formas estéticas. El espectador es transportado a la política moderna exquisitamente. Un discurso de Macbeth al ejercer sus deberes de rey es presentado con actitud presidencial (atril, micrófono, y una cierta actitud y retórica). En otra instancia, Lady Macbeth define los principios fundamentales de la política -de las clases dominantes- como "cuchillo y sonrisas". Las "sonrisas" son los mecanismos para disfrazar u ocultar el "cuchillo". ¿Qué es hoy "hacer política" para la clase explotadora sino extraer todo el jugo posible a sus recursos políticos? ¿Y qué es la crítica intelectual en el presente sino el esfuerzo por develar estos mecanismos para ayudar a neutralizarlos y combatirlos?

Otro momento interesante para dichas adaptaciones es el ingreso de alguien cercano al protagonista en forma de fantasma mudo. Esta aparición lo atormenta, pues Macbeth es quien lo envió a matar. Culposo, sufre la visión; pero es el único que puede verla. En su momento, John Philip Kemble (1757-1823) recreó la escena sin que ingrese el actor a cargo del fantasma; el espectro existe solamente en la psiquis del protagonista[5]. Audivert innova agregando diálogo a la aparición y recreándolo con su propia sombra. Este instante fue el que más me impactó estéticamente; necesito tomar la primera persona para agradecerle al artista por mostrarme que una experiencia así es posible.

Ver detrás - hacer visible - develar. Sí, "Habitación Macbeth" agita al espectador y lo alimenta.

 

[1] Eagleton, Terry. "Introduction" en Victor Kiernan, Eight Tragedies of Shakespeare. A Marxist Study, Zed Books, Londres, 2016. Eagleton es un crítico literario marxista, de orígenes militantes en el trotskismo británico.
[2] Savas Michael-Matsas. “Encuentros de Marx con Shakespeare”, en revista En Defensa del Marxismo, n° 37, Buenos Aires, abril 2010).
[3] Macbeth, Acto I, Escena III, líneas 138 y 140.
[4] Macbeth, Acto V, Escena V, líneas 17 a 28.
[5] Costa Picazo, Rolando. "Introducción" en William Shakespeare, Macbeth¸ editorial Colihue, Buenos Aires, 2005. p. IX.

https://prensaobrera.com/cultura/el-ataque-reaccionario-y-la-censura-contra-el-colectivo-opera-periferica