Cultura

9/6/2017

La dramática historia de Romina Tejerina llega al cine

"La cena blanca de Romina", el nuevo film del Ojo Obrero, aborda con testimonios y registros impactantes este caso emblemático para el movimiento de mujeres.

@tomaseps


"Si mi hija me dice ‘papá, me violaron’, le contesto ‘hija, tu papá no es tonto’”, sostiene frente a la cámara con soltura el intendente de la localidad jujeña de San Pedro, en una línea que podría sintetizar la crudeza y los hallazgos de La cena blanca de Romina, documental que se estrena el próximo 15 de junio.


 


La nueva producción del grupo de cine Ojo Obrero (¿Quién mató a Mariano Ferreyra?; Argentinazo, comienza la revolución; Piqueteros Carajo, entre otras) aborda de forma incisiva –y por primera vez en el cine– una historia que conmovió al movimiento de mujeres y al conjunto de los luchadores del país: la de Romina Tejerina, víctima de una violación y condenada en 2005 a catorce años de prisión por matar a la beba prematura en la que reconoció el rostro del violador –quien quedó impune.


 



 


Producto de largos años de elaboración, el film dirigido por Francisco Rizzi y Hernán Martín y guionado por Olga Viglieca logra contar con impactantes testimonios y registros de la vida de la localidad, que configuran el laberinto al que es llevada Romina antes de su aprisionamiento: el juicio social sobre las jóvenes –con el foco colocado sobre el largo de sus polleras de las jóvenes–, los embarazos desde los 9 años de edad, la impunidad de los violadores, el impedimento de abortar…


 


En La cena blanca de Romina, son los propios referentes de la Iglesia Católica (omnipresente en la localidad) y del Estado los que ponen de manifiesto su responsabilidad en este cuadro de opresión de la mujer. Pero ello no es todo: a través de los testimonios de numerosos pobladores que condenan a Romina, el film da cuenta del carácter profundamente regresivo que estas instituciones tienen sobre la conciencia popular. Se trata de una mirada revolucionaria, en la medida en que aborda concretamente y sin tapujos los desafíos planteados en la lucha por la emancipación de la mujer. El caso de Romina supera así su marco local para proyectarse sobre el presente y hacia otras latitudes.


 


Todo este panorama convive con otras voces: la de pobladores que empatizan con la víctima, la de los profesionales de la salud que revelan el historial de abusos, la de quienes –como señalan los autores– “tomaron el caso como propio y defendieron a Tejerina contra leyes y prejuicios”, la de las mujeres organizadas que lucharon por su liberación y la obtuvieron en 2012, la de su propia familia.


 


Entre otras piezas únicas, el documental cuenta con un conmovedor registro al interior del penal de mujeres, cuando Romina sopla las velitas de su torta de cumpleaños. Se trata del mismo calor humano con el que se aborda el entusiasmo de las chicas de San Pedro por su Cena blanca, el gran festejo de fin de secundaria soñado, que opera como disparador y condensador del relato –y que Romina, por encontrarse presa, no pudo celebrar.


 


Días atrás, mujeres y hombres se tomaban fotos con un cartel que aseveraba: “Yo también soy Romina”. Sucedía en la movilización por Ni Una Menos, donde los realizadores efectuaron un montaje para difundir el estreno del film. No es solo una anécdota: La cena blanca de Romina, al tiempo que nos pone la piel de gallina, permite comprender la genealogía del alza actual del movimiento de mujeres.


 



 


*La película podrá verse en el Cine Gaumont (Av. Rivadavia 1635) a partir del 15 de junio.


 


 


"La Cena Blanca de Romina" ESTRENO Jueves 15/06, 20hs, Cine Gaumont, Av. Rivadavia 1635 (del jueves 15/06 al miércoles 21/06, funciones a las 13.20hs y 20.20hs)