Por La Nación del lunes 29 de junio nos enteramos de que DirecTV negocia su venta a AT&T por 60.000 millones de dólares, negocio que podría frustrarse, o al menos verse en dificultades importantes, por el escándalo de corrupción en Torneos. DirecTV es propietaria del 40 por ciento de la empresa que tiene a su ex CEO, Alejandro Burzaco, preso en Italia y transformado en buchón del FBI. El dato sirve para entender la magnitud de lo que está en juego en este asunto, y explica que DirecTV haya mandado a Buenos Aires un equipo de especialistas norteamericanos (de los mejores y más caros, claro está) en encubrir este tipo de estafas y negociados. Es una “task force” de las multinacionales.

 

El encubrimiento tiene aristas políticas, como el despido de once ejecutivos vinculados directamente con Burzaco, y complejidades técnicas, pero en líneas gruesas consiste en lo siguiente: Burzaco y Julio Grondona habrían hecho sus enjuagues a espaldas del directorio de Torneos y de DirecTV. Con ese recurso intentarán evitar multas como la que debió pagar Siemens en 2008, cuando admitió haber pagado coimas a funcionarios argentinos y de otros países. El pulpo alemán debió desembolsar entonces casi 2.400 millones de dólares. DirecTV espera sacarla mucho más barata, pero para eso hará rodar unas cuantas cabezas, entre ellas algunas de la AFA y, si no pueden evitarlo, también del gobierno.

 

“Ese objetivo dependerá, no obstante, de cuán a fondo vaya la investigación interna sobre los negocios que comandó Burzaco y de cuánto salga a la luz sobre su interacción con Grondona. En particular desde el momento en que comenzaron a llover los fondos públicos de Fútbol para Todos” (La Nación, 28/6). Por supuesto, la investigación avanzará tanto como le haga falta en función de salvar el negocio de DirecTV y de Torneos. Ni un paso más.

 

Torneos, cuyo paquete accionario es compartido por el grupo Clarín (también por los herederos de Luis Nofal y el fondo buitre DLJ) tiene en el gobierno a su principal cliente, y recibió fondos oficiales por casi 40 millones de pesos anuales desde 2009 por la diagramación de partidos amistosos del Seleccionado, la organización de la Copa Argentina y la comercialización en el extranjero de derechos de trasmisión televisiva del fútbol argentino, entre otros rubros.

 

Entretanto, la jueza María Servini de Cubría intervino la AFA para controlar sus estados contables y analizar el manejo de los fondos de Fútbol para Todos, al tiempo que se conocieron escuchas telefónicas en las que Grondona hace arreglos repugnantes de partidos y designación de árbitros. Todo indica que el gobierno coincidirá con Torneos en echarle la culpa al muerto, pero no es seguro que lo logre: el cerco judicial aprieta por el lado del fútbol.

A todo esto, Marcelo Tinelli acecha para quedarse, en medio del río revuelvo, con la presidencia de la AFA; es decir, con el negocio multimillonario de las apuestas en el fútbol que compartiría con Cristóbal López.

 

Otra vez: el fútbol está expropiado por mafias internacionales y por mafias locales, que tienen además sus grupos de choque en las barras bravas. En ese punto, el gran negocio futbolístico se mezcla con el más pequeño, pero también millonario, de la venta de drogas en la cancha, de las concesiones, los estacionamientos, la reventa y falsificación de entradas, los carnés clonados, el porcentaje a los matones por las ventas de jugadores y otras lindezas.

 

Además de las “extras” que hacen esos sicarios cuando golpean y matan por cuenta de la burocracia o de las patronales.

 

Esta cuestión no involucra solo al gobierno. Mauricio Macri está hasta las manos: no por nada tuvo a criminales como Jorge “Fino” Palacios y Ciro James a cargo de la “seguridad” en Boca.

 

La descomposición de la burguesía argentina está terminando de pudrir a uno de los juegos más hermosos.