Cultura

21/6/2020

“La favorita de Francisco”, una sátira sobre explotación y alienación al interior del engranaje capitalista

La primera novela de Andrés Nani, un obrero que escribe al calor de su experiencia.

Hace algunas semanas vio luz la primera novela de un joven obrero, Andrés Nani, que desde hace unos años se dedica en sus tiempos libres a la escritura. La favorita de Francisco, editada por la mítica Milena caserola –de una gran trayectoria de más de 15 años en el rubro, contestataria, autogestiva e independiente de los grandes monopolios del mundo del libro- nos sumerge, bajo el recurso de la sátira, en un mundo crudo donde cientos de hombres son empujados por la fuerza de la inercia día a día, y muchas veces contra sus propias voluntades, a mover las piezas del engranaje capitalista para que un grupo minúsculo de tiranos se lleven las fortunas, y a ellos, los obreros, no les queden más que las fuerzas para levantarse una y otra vez.


Las entrañas de la fosa


El conjunto de relatos que dan como resultado la historia tienen como escenario una inmensa fábrica automotriz. Los protagonistas son un grupo pequeño de obreros, que por distintas circunstancias (problemas físicos, adicciones, “inutilidad”) fueron confinados a realizar trabajos en condiciones pseudohumanas en la “fosa” de la fábrica: un lugar lúgubre, lleno de humedad donde nunca entra el sol, y constantemente falta el aire. El protagonista principal es un joven trabajador apodado “el Pipa”. Es el primero en ser desterrado y confinado a la fosa, y aunque aún no se lo comunicaron, la empresa tiene su despido en carpeta. El Pipa tiene un agudo problema con la adicción a la cocaína, y aunque es un buen muchacho, su adicción, en combinación con el temor a ser despedido, lo convertirán en el líder de una banda que maneja y administra el consumo dentro de la fábrica. El plan del Pipa es acogido por sus otros compañeros de la fosa, porque al igual que él, se encuentran al borde del despido, y ven en la venta de cocaína la posibilidad de salvarse.



La idea disparatada del Pipa con el correr de los días gana fuerza en toda la fábrica, y avanza en un absoluto descontrol. La inmensa mayoría de los obreros no se resiste al producto que ofrece la banda de la fosa, por calidad, precio y la facilidad de conseguirlo. La “organización” crece a tan gran escala que se podría decir que opera como una fábrica, con sus jefes, encargados y corredores. Bajo este telón se desarrollan las tramas del Pipa y sus compañeros de la fosa, cada uno de ellos con historias personales significativas. “La favorita de Francisco” es el pseudónimo del “producto” que venden.


Alienación, explotación, adicciones


La historia, bajo la forma de la sátira y el realismo, es una denuncia aguda e implacable de la brutalidad y el despotismo de los capitalistas contra los trabajadores. La alienación que producen en estos últimos las jornadas extenuantes de trabajo, los turnos rotativos, las horas extra, las malas condiciones de seguridad e higiene, la amenaza de despidos constantes, los aprietes para que acepten retiros voluntarios… en fin, la explotación de un régimen sobre sus espaldas, es el detonante de adicciones, enfermedades físicas y psiquiátricas, y también de lumpenaje.


Un elemento muy agudo es la complicidad de la burocracia sindical con la venta de droga. Después de todo, con el consumo durante la jornada laboral la productividad de la fábrica aumenta. y eso pone contentos a los empresarios y por ende a los burócratas. Otro tramo significativo en la historia es la trampa que representan los despidos encubiertos bajo el eufemismo de “retiros voluntarios”, ilustrada en la vida de un trabajador que creyendo que se salvaba acepto el retiro, abrió su emprendimiento y al poco tiempo quedó quebrado, endeudado y desocupado. Si bien no constituyen el eje de la historia, en sus capítulos aparecen fragmentos de importantes conflictos obreros que tuvieron lugar en zona norte.


El opio y su desintoxación


Desde una óptica militante, podría apuntarse la falta en La favorita de Francisco de un planteo de organización independiente y clasista como salida al drama del colectivo obrero. Pero precisamente la falta de esta alternativa, de esta construcción combativa al interior de la fábrica -con el consiguiente control absoluto por parte de la burocracia- puede ser vista como uno de los factores por los cuales un grupo de obreros desamparados y al borde del despido deciden emprender un camino sin ninguna perspectiva y dañino para el conjunto.


El título de la novela sugiere toda una definición política. Si para Marx “la religión es el opio de los pueblos”, La favorita de Francisco es una representación aguda de ese postulado. Adicción y religión se combinan en una misma oración y constituyen un factor nocivo para la clase obrera.


No queda otra, no hay atajos ni salidas individuales: para terminar con la barbarie del régimen capitalista, que oprime y castiga a la clase obrera, la clase obrera se debe organizar para recuperar los sindicatos y ponerlos en sus propias manos, y, finalmente, para echar al carajo a la clase social que nos oprime hasta en los sueños, destruir los engranajes que nos aplastan y sobre sus cimientos echar las raíces para un mundo donde los trabajadores podamos desarrollarnos plenamente. Un mundo socialista, el único realmente capaz de ser maravilloso.