Cultura

23/1/2021

Libros

La historia de Las Manos de Filippi: la banda sonora de la insurrección popular

Comentario sobre el libro “Tienen el poder y lo van a perder”, de Diego Skliar.

Este 2021 nos recibe con un libro que se construyó a lo largo de más de 25 años y que recorre la trayectoria de una banda que supo romper los moldes del rock tradicional para inscribirse en un ethos de lucha y de música sin mordaza y con denuncias directas. El libro titulado Tienen el poder y lo van a perder de Diego Skliar, editado por el Gourmet Musical, recorre de forma íntima y cronológica los diversos pasos (o manotazos) que fueron conformando la banda.

El interrogante se plantea desde las primeras páginas: ¿Qué son para vos Las Manos de Filippi?

Los inicios solistas de cantor de Hernán “Cabra” de Vega arremeten con su incipiente búsqueda creativa, dividido entre la personalidad de un payaso risueño y un taekwondista certero en sus críticas a un sistema que “ya huele a podrido y hay que poder decirlo”. Su trayecto inicia con composiciones crudas y mordaces, que van incorporándose a un repertorio callejero que definirá el espíritu formativo para la banda: un mensaje sin vueltas ni metáforas, directo y sin concesiones.

Las mil vueltas del vodevil intenso e inicial llevan al lector a recorrer ambientes como Cemento o Die Schule y festivales como el de “Todos adentro” organizado por el Partido Obrero, en el que hacen las conexiones para que se hagan los primeros contactos con lecturas trotskistas y con la militancia obrera.

Su recorrida musical recibe el chispazo inicial que da comienzo a la vida de la banda en Villa Gesell, en 1992, a partir de la influencia del recital de Manu Chao en Obras Sanitarias. Continúa a través de un archivo de flyers y fotos que muestran el espíritu contagioso de dinamismo siempre presente en la banda, que sus diversos integrantes definen como “una universidad acelerada de música y política”.

A partir de esos inicios, la lectura nos llevará a conocer los mil entresijos de una banda que debió luchar palmo a palmo para poder transmitir su mensaje frente a discográficas y empresarios inescrupulosos y un mercado que buscaba achatar un estilo musical que explotaba los diversos géneros como la cumbia, el rock, el rap, el tango, moldeando una identidad propia.

El punto de inflexión en la historia de la banda será la tragedia de Cromañón en diciembre de 2004. Un suceso que abrió una profunda autocrítica en el ambiente musical y que llevará a las primeras conformaciones de organizaciones de músicos frente a la asfixia de la autogestión ante el cierre de los espacios, producto de la desidia de los empresarios y un Estado que había actuado como garante del negocio y no ofrecía ninguna salida a la privatización de la cultura.

El libro narra diversos hechos que van desde un recital sorpresa contra el golpe en Honduras, viajando con un maletín lleno de “bombas” discográficas, y poco después en festivales organizados para reclamar justicia por el asesinato de Mariano Ferreyra, un compañero de la UJS-Partido Obrero, a manos de las burocracias sindicales apañadas por los distintos gobiernos.

El compromiso de Las Manos de Filippi es contado por Hernán “Pecho” Anzoategui, integrante de la banda: “Entendí que hacía falta mucho más que cantar canciones de protesta”. Sus luchas por recuperar sindicatos como el Sadem (músicos) y de pertenecer a listas en elecciones políticas da cuenta de su compromiso con la vida y militancia trotskista.

El emblema que representan Las Manos de Filippi y que queda plasmado en el libro nos encuentra con un panorama abierto y activo para la banda. Su lucha frente a los gobiernos de Macri en su momento y de Alberto Fernández ahora muestran que no frena en su avance frente al lema que constantemente acompaña su recorrido: “Tienen el poder y lo van a perder”. Una lectura que no se puede dejar de recomendar en este caluroso verano pandémico.