La semana pasada murió Leónidas Lamborghini, uno de los grandes poetas argentinos, cuya obra se estructuró en torno a los principales tópicos del peronismo y que se caracterizó por un sofisticado aparato de procedimientos literarios.

Trabajador textil y luego periodista, Lamborghini publicó Saboteador arrepentido, su primer libro, en 1955, apenas derrocado el gobierno de Perón por la Libertadora. Ya en esos versos comienza a practicar el artificio por el que sería más conocido: la marcha peronista es reversionada en tiempo pasado (“qué grande eras / cuánto valías, / mi general”) y, así, comienza su largo trayecto de parodias (relecturas) de textos importantes del imaginario político y social argentino.

En 1965 publica Las patas en las fuentes, libro que lo lanza a un público más masivo. En 1972 escribe Eva Perón en la hoguera, reversión de La razón de mi vida, obra que fue llevada varias veces al teatro. La voz dulzona de Evita se transforma, mediante los artificios de la deconstrucción, en una proclama que combina vanguardia estética con carga política: “soy: no lo niego. / estoy: no lo niego. / soy. / sí: más cerca. / sí: que nadie explote a nadie. / sí: que nadie a nadie. / sí: la clase obrera. / sí: sectaria sí.”

Los textos de Lamborghini supieron conjugar elementos de la alta cultura, como citas a Shakespeare y Benedetto Crocce, con frases típicas del lunfardo y consignas políticas como “la tierra para quien la trabaja” o “la revolución no se detiene nunca”. También reversionó los versos del Martín Fierro y tangos de Discépolo, entre otras obras. Tuvo una breve participación como secretario de cultura del gobierno bonaerense de Bidegaín (cercano a la izquierda peronista). Irrumpido el gobierno militar de Videla, Lamborghini partió al exilio en México. Fue hermano mayor de Osvaldo Lamborghini, uno de los escritores más revulsivos de las letras argentinas. La precisión magistral con que trabajaba sus versos, el pulido de la palabra hasta dejarla al desnudo y las operaciones sobre los temas del peronismo y la cultura popular lo convierten en uno de los poetas más importantes de la literatura local. No pudo superar los límites políticos del peronismo y, si bien fracasó una y otra vez en su militancia práctica, lo transformó en pleno material literario. Tal vez sea un precursor de los poetas del lenguaje que escarben en las posibilidades de la revolución socialista.