Cultura

28/2/2022

Neuquén: La Renga es censurada por el intendente Mariano Gaido

El monopolio de la cultura privatizada mete la cola.

Imagen: ANRed.

La banda de Mataderos debió mudar la sede de su último concierto que realizaría el 19 de marzo en el predio de la Isla 132 ubicado en el paseo costero de la capital neuquina. Es el mismo lugar donde hace pocos días se realizó la Fiesta de la Confluencia, con más de un millón de asistentes y noches de centenares de miles.

Este 26 de febrero, la banda liderada por Gustavo “Chizzo” Nápoli dió inicio a la gira de presentación de su nuevo disco “Alejado de la red” en la provincia de Córdoba. Dicha gira contará con cuatro fechas en distintas ciudades del país.

Ahora el show tendrá como base el predio “La Masía” de la localidad de Fernández Oro, en la provincia de Río Negro, a 15 km de donde estaba previsto realizarse originalmente. Esto debido al revés por parte de Cordineu (Corporación para el Desarrollo Integral de Neuquén,) -un invento oficial para el meganegocio de la especulación inmobiliaria- y del municipio neuquino, alegando que no existía autorización para llevar a cabo dicho recital. A su vez, también se lavaron las manos informando que no iban a hacerse cargo de lo que pudiera llegar a pasar con las más de diez mil entradas ya adquiridas que están a la venta desde noviembre del año pasado.

“Evidentemente, alguien bajó el pulgar”, expresó Pablo Baldini (productor del evento) durante una conferencia de prensa brindaba en la capital neuquina.

La mano negra, parece venir también de la disputa en el negocio de la cultura privatizada. Y trascendió el interés de una empresa ligada al gobierno, Five Pro Events, que se llevó unos 15 millones – declarados- en la Fiesta de la Confluencia.

También, se hizo pública la documentación que probaba que los argumentos utilizados para hacer efectiva la cancelación del show eran una total falacia, entre los cuales destaca un documento firmado por la secretaria de Comercio, Gabriela Cagol, donde se autorizaba a comenzar con la venta anticipada de las entradas.

“Hace 25 años atrás, un intendente en Olavarría suspendió un concierto pero por lo menos se animó a decir lo que no quería (…) yo pensé que esas cosas sucedían 25 años atrás y que no volvían a pasar”, afirmó Baldini.

Las redes sociales se hicieron eco del descontento y repudio general por parte del público seguidor de la banda, y no es para menos, ya que comparado con la Fiesta de la Confluencia se trata de meras excusas.

En primer lugar se habló de la masividad del evento, el cual tiene previsto una convocatoria de aproximadamente 25.000 personas. No es ni un cuarto de la que tuvo el ya nombrado festival organizado por el intendente Mariano Gaido (MPN).

También se dijo que, en dicho espacio, solo se pueden realizar eventos públicos y no privados, lo cual es otra falsedad, ya que estos últimos también se han realizado en el lugar.

Por último, el argumento principal es la construcción de un centro de convenciones situado a metros del predio que, según el municipio, podría poner en riesgo al espectador. Al parecer, esto solo es peligroso cuando el evento no es organizado por el propio municipio, ya que ésta construcción ya se encontraba en marcha y podía verse durante el desarrollo de la Fiesta de la Confluencia.
También mastican bronca, sectores que se van a quedar sin poder recaudar con este evento, como en la gastronomía, alojamientos, transporte, etc.

El mismo intendente, que hace no mucho montaba un megaevento con artistas nacionales de renombre -aunque relegando a los artistas regionales a escenarios alternativos pagándoles cachets irrisorios-, sostenía la pantomima de tener una gestión abierta a la cultura, ahora ejerce su rol en un acto de censura y discriminación hacía una banda de rock y a su vez hacía todo su público, dejando en claro que el libre acceso a la cultura no es para todos y solo es posible cuando encubre un enorme negociado por detrás.

Fue la propia banda quien denunció esto, apuntando directamente al carácter de censura llevada a cabo por el municipio neuquino en un comunicado subido a sus redes sociales, donde también hacían el anuncio oficial de la nueva localización para el “banquete” de la que hoy por hoy podría considerarse como la banda de rock más convocante del país.

Cabe remarcar que el trío de mataderos ha tenido que hacer frente a la censura en varias ocasiones, siendo la última de estas en 2018, donde a la banda se le impidió tocar en Mar del Plata, teniendo que mudar el recital a la ciudad de San Luis.

Mientras se desarrollaba la conferencia, los mensajes recordaban que La Renga había tocado en Zanón y cuando un periodista preguntó si podrían considerar el espacio alternativo, el productor respondió que “no queremos politizar” esta situación.

Aguante La Renga, pero el tema ya está bastante atravesado por un problema político que abarca la censura a la banda y el acaparamiento de un negocio con la cultura.