Cultura

30/9/2020

La Valla: una nueva distopía española llega a Netflix

Llega a la plataforma de streaming la producción española que imagina un futuro distópico luego de la Tercera Guerra Mundial.

“Nuestro país y el mundo entero se enfrentan a su hora más crítica”, se escucha en la cadena nacional en los televisores madrileños.  Se anuncia el estado de excepción en el territorio español mientras en las calles se dan represiones a manifestantes, allanamientos y detenciones. Estos son los primeros minutos de La Valla, serie española de Atresmedia, disponible desde el 11 de septiembre en Netflix.

Ambientada en un futuro cercano, nos revela una Madrid devastada por las consecuencias de la Tercera Guerra Mundial. La escasez de recursos naturales, la constante vigilancia y el control de gobiernos dictatoriales y una extraña enfermedad definen cada aspecto de la vida de nuestros protagonistas. La vida en las zonas rurales se vuelve imposible, debido a la escasez de recursos, y la capital española se divide en dos regiones, divididas por la Valla: el Sector 1 (el de los gobernantes y la clase alta) y el Sector 2 (el resto de la población pobre). En este contexto, la historia se centrará en una familia que lucha por recuperar a su hija, secuestrada por el gobierno que lleva adelante inescrupulosos experimentos con niños en busca de una cura contra la pandemia.

Previo a su estreno, la producción ya contaba con grandes expectativas entre el público español, ya que es la primera serie distópica de la TV española. Creada por Daniel Ecija, el estreno de la serie fue pospuesta en otras cadenas de televisión debido a las similitudes entre la serie, que aborda una enfermedad para la cual no existe cura, con el contexto actual de pandemia. En una entrevista, Eleonora Wexler, la actriz argentina que le da vida a Alma, la directora de un centro de investigación epidemiológico del gobierno autoritario, afirmó que “era una distopia cuando se comenzó a filmar y cuando se estrenó. Hoy ya no lo es”  (La Nación, 22/9). La Valla no es solo el enorme muro que divide los sectores, sino que también alude a los diferentes controles que deben pasar los ciudadanos para poder atravesarlo. Permisos que acrediten que uno no está enfermo ni tuvo contacto con quien haya contraído la mortal enfermedad, o la desinfección de los individuos al pasar por la frontera entre sectores, recuerdan sin muchas vueltas tanto a las necesarias medidas sanitarias frente al Covid-19 como a la avanzada represiva que montan con esta excusa los mismos gobiernos responsables del vaciamiento hospitalario.

Para esta construcción, la serie toma inspiración del pasado. Ecija elige recorrer en la experiencia de la posguerra, la conformación de un nuevo régimen político y el aprovechamiento de esta situación para asestar un golpe a las libertades democráticas. “Las personas tenían mucho miedo y querían gobiernos muy fuertes que garantizasen su seguridad -explica el personaje de Amelia a su nieta Marta durante el primer episodio- Pero lo malo es que esos gobiernos fueron los que provocaron la guerra, hija. Y en nombre de esa seguridad nos quitaron lo más importante que tienen las personas: la libertad”. Las fuerzas de seguridad del mundo de La Valla recuerdan en más de un sentido al franquismo y a otros gobiernos dictatoriales. Robos de bebés, torturas, delatores e infiltrados, secuestros y asesinatos en plena calle son algunos de los métodos que utilizarán para mantener a raya a los ciudadanos. Comandados por un nuevo y ambicioso jefe superior de la Dirección de General de Seguridad del Estado, los demás ministros se preguntaran hasta donde las élites deben entregar en una situación excepcional el poder a las fuerzas de seguridad. “Les damos poder para que puedan protegernos (…) Pero cuando se vengan de arriba ¿Quién nos va a proteger de ellos?” se cuestionan dos mandatarios, resguardados en sus mansiones del Sector 2. En la entrevista antes mencionada, Eleonora Wexler también señaló eses aspecto: “es un mundo cercano. Esto te remite a la época del proceso, a la década del setenta, fíjate la estética y la vestimenta”. Frente a este régimen represivo es que empieza a surgir una resistencia, aún por presentarse ante los espectadores.

La pobreza, la escasez de recursos y la opresión de gobiernos ultraderechistas que coartan las libertades democráticas se ponen en el foco de esta tira empalmando con el terror real de la actual crisis económica y sanitaria a nivel global. En esta mezcla de influencias, entre los elementos de ciencia ficción, nuestro pasado e historia reciente y del genero costumbrista es que se verá nutrida la serie de 13 capítulos que estrena un capitulo nuevo todos los viernes.

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