Cultura

4/10/2021

CINE INDEPENDIENTE

“La vida dormida”: la mirada actual que cuestiona los roles

Ópera prima de Natalia Labaké.

El viernes 8 de octubre se estrena “La vida dormida”, ópera prima de Natalia Labaké, que podrá verse en el Malba, todos los viernes durante el mes de octubre. La película ya ha sido presentada en diferentes festivales, como el IDFA 2020 (International Documentary Film Festival Amsterdam) y BAFICI 2021.

La cineasta tomó como material de base viejas grabaciones familiares, realizadas por su abuela Haydeé, en las que se registran diferentes momentos, dándole siempre un lugar prioritario a la figura de Juan Gabriel Labaké, quien tomara estado público por haber sido el representante legal de Isabel Perón en nuestro país, y, a la vez, un candidato peronista de centro-derecha en pleno auge menemista. La directora entonces retoma y alterna grabaciones caseras, íntimas y lejanas en contraposición a nuevas realizadas por ella en la actualidad; de esta forma, altera e invierte posiciones de roles: el quién se es, por el gracias a quién.

La actualidad a través de la cámara genera un propio proceso de introspección a través de formas holísticas, el tarot y las constelaciones familiares -una nueva tendencia del new age y el posmodernismo para resolver cuestiones de forma alternativa-, revelando “energías” que se traducen en una cuestión que escapa lo familiar y afecta a lo social: el patriarcado, como un elemento más de conformación y sostenimiento del capitalismo. Es decir, queda al descubierto que si bien Haydeé “solo grababa”, reforzaba la supremacía del género masculino y se invisibilizaba a sí misma, como también a las otras figuras femeninas de la familia, quedando relegadas y a la sombra de la figura patriarcal.

Como efecto natural por el desconocimiento del uso correcto de la cámara por parte de Haydeé, el “fuera de foco” es una constante, y resulta incómodo para ella -como para quien observa-, pero genera una posición sin buscarla. El grupo que ella registra, los diferentes momentos de la vida política peronista, los rituales religiosos del catolicismo, la esencia de lo “nacional”, encomendado por Evita como el rol de la mujer, también son parte de una agenda “fuera de foco” para el ámbito de la época. La política punteril, ajustadora y neoliberal, el verticalismo y la colocación de candidatos, relevos de personalidades que dan continuidad al modelo imperialista mientras la Argentina se mantendría a flote hasta estallar la crisis del 2001, hasta la llegada del kirchenerismo, al que el propio Labaké define como “aves de rapiña” del peronismo.

Son las nuevas generaciones, producto de varias mareas, quienes cuestionan la política patriarcal, el “encanto” del hombre que todo lo puede y sabe, como doctrina peronista, en el que el proyecto político de especular con la necesidad y la cobertura de ella, generando únicamente un reconocimiento simbólico a las “mascaritas postergadas del movimiento”, solo por cumplir un rol asignado dentro de la convención social: “la esposa de”.