Cultura

18/9/2023

Ley de Danza, avanza la lucha

Atravesada por importantes debates.

Foto: Fede Imas @ojoobrerofotografia

La ley nacional de danza atraviesa debates cruciales al tiempo que se abre paso como nunca en su historia, con decenas de iniciativas de lucha y acciones impulsadas por la danza organizada. Centenares de trabajadores de la danza copamos el acto del Ministerio de Cultura en el CCK poniendo en agenda el reclamo por la ley, una deuda histórica que el Estado tiene con el sector.

Mucho hemos avanzado como colectivo en este último tiempo al calor del debate sobre qué ley queremos y necesitamos lxs trabajadores de la danza. Es así, que estamos debatiendo acerca de qué sector abarca la ley, qué presupuesto necesitamos y cómo se eligen las autoridades del instituto. El debate involucra la autonomía imprescindible del Instituto para no ser herramienta de manipulación de los gobiernos de turno, sino fiel a la promoción de la danza. En esta misma línea se inscribe la necesidad de un Registro Nacional de la Danza de todo el sector, tema sensible y significativo para salir de la invisibilidad y punto que también genera conflictos, sobre todo si la propuesta es que oficie de padrón electoral para una posible votación de autoridades.

En la discusión entre el proyecto presentado por el Movimiento Federal de Danza y Romina Del Plá con el presentado por las diputadas Marisa Useda y Lía Caliva del UxP junto con sectores afines al gobierno existen muchos acuerdos y algunos desacuerdos. Esto, aunque su estructura central proviene del proyecto original elaborado en 2008, que fuera ninguneado hasta ahora por todos los gobiernos y mayorías parlamentarias.

La diputada Romina Del Plá y el MFD han mostrado en todo momento la voluntad de llegar a un proyecto de consenso, que significa un dictamen que tome puntos de unos y otros y en otros casos sintetice los desacuerdos en puntos aceptables a los criterios en debate.

La cuestión de la competencia del Inda respecto de la danza independiente o no oficial es un punto fundamental. Si eso no está claro, mañana pueden entrar los elencos oficiales y por esa vía producirse un ajuste que haga inútil la creación del Instituto que tiene, justamente, por objeto la promoción de todo lo que escapa a los ballets estables  oficiales, sean nacionales, provinciales o municipales. O sea enfocado en la danza autogestiva, hoy en el más completo abandono y flexibilización laboral (#DanzaEsTrabajo).

Otro punto importante en debate es el número, condición y nombramiento de las autoridades del Inda. Nosotros escapamos como a la peste a constituir una estructura burocrática que sirva para alimentar a un funcionariado y no a la danza, y, al mismo tiempo que un Instituto austero sirva a la comunidad de la danza sin distinción y no a políticas de cooptación y clientelismo en el arte de las que somos enemigos, porque arte es libertad o no es. No da lo mismo si un directorio del Inda tiene autoridades elegidas a través del voto o si son puestas a dedo en su totalidad por los gobiernos de turno, o mediante jurados digitados del mismo modo. Ni hablar de un posible Milei en el gobierno, pero la prevención vale para cualquiera de los que hoy se disputan el poder para gobernar después del 10 de diciembre bajo los dictados del FMI. Ya sabemos que la cultura en la Argentina no es prioridad ni en Wall Street ni en Washington.

Una noticia positiva sacudió al sector en estas horas. La Asociación Argentina de Trabajadores de la Danza, que encabeza Mariela Ruggieri como secretaria general, logró su inscripción gremial definitiva tras años de lucha y después de lograr un fallo judicial que obligó el Ministerio de Trabajo a firmar la cajoneada inscripción sindical. Esta batalla ganada refuerza todo el movimiento activo en favor de la danza y de quienes consideramos que la danza es trabajo, una lucha común a todo el sector cultural, víctima de la flexibilización laboral como pocos. Cuando baten tambores de reforma laboral para anular derechos y convenios colectivos esta herramienta conquistada sale a la lucha.

Por fin, la premisa que concluimos allá por noviembre del 2022 parece ser acertada, por fuera de las intenciones o no de los diferentes gobiernos de tratar la ley, la ganamos en las calles o no la ganamos. Es por eso que desde el Cedam, el MFD y el Frente de Artistas impulsamos asambleas, reuniones, y acciones de lucha, porque más que nunca tenemos que estar en contacto y organizadxs. Sería un error confiar en los tiempos y los intereses del propio parlamento o las dinámicas de los partidos políticos tradicionales.

Es por eso que invitamos a todes: estudiantes de danza y artes en general, trabajadores de la cultura y la danza, investigadores y docentes, a organizar junto a nosotres un enorme festival en Parque Centenario el día 30 de septiembre, donde desplegaremos toda la energía y las ganas de un colectivo que está comprometido al cien por cien con esta lucha, y que comprende desde el día uno que la lucha por los derechos es la mejor manera de enfrentar tanto a los Milei como también el ajuste actual de Massa.

¡Si a la ley, no a Milei! Porque la #DanzaEsTrabajo, nos organizamos de abajo para arriba, entendiendo que en la calle está la papa y que queremos unir fuerzas con todo aquel que comprenda esta vía como una salida posible, más allá de cualquier diferencia que podamos encontrar.

¡Más que nunca, que sea ley!

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