Live 8, una estafa
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El pasado sábado 2 de julio se realizó en diez ciudades de diferentes países el concierto “Live 8”, con el objetivo de que los líderes de las potencias imperialistas que se reunieron en Edimburgo en la cumbre del G-8 entre el 6 y el 8 de julio “ayuden” a Africa.
Los recitales reunieron a las principales bandas actuales a nivel mundial, incluyendo la reaparición de Pink Floyd, que mostró su formación unificada después de 25 años y la participación de Paul McCartney, U2, Coldplay, Madonna y muchos otros. Los lemas que enmarcaron el recital fueron “Hagamos que la pobreza sea historia” y “Ocho hombres en una sala pueden cambiar el mundo” (en referencia a los líderes del G-8).
El recital impulsa la campaña por la “condonación” de la deuda de un conjunto de países africanos que fue propuesta por Tony Blair y George Bush en las últimas semanas; pero tal como se denunció en Prensa Obrera Nº 905, el “perdón de la deuda” no es sino una campaña distraccionista que busca ocultar el renovado saqueo de las naciones africanas por parte del imperialismo.
“Live 8” se transformó en una cortina de humo para encubrir esta política imperialista. El organizador del recital, Bob Geldof (aquel protagonista de la película The Wall, con música de Pink Floyd), integra la “Comisión por África” que ha conformado el británico Tony Blair. Geldof pidió a los participantes que no mencionen ningún tipo de crítica a Bush y a Blair por su rol en la guerra de Irak, y en una reciente entrevista a la revista Time dijo que “Bush ha hecho más por Africa que ningún otro presidente norteamericano”. Bono, de U2, señaló por su parte que “es cierto que Bush duplicó o triplicó la ayuda a África”, y se esperanza con que “podría mostrar un compromiso mayor”.
Geldof integra la organización “Make Poverty History”, que se encuentra detrás de la realización de este recital y de las movilizaciones que se organizaron en Edimburgo. Se trata de una coalición de ONGs, que incluye a muchos sectores ligados a la Iglesia, y alcanza inclusive a la ONG “Action Aid I Data”, creada por Bono... George Soros y Bill Gates. La coalición MPH (que ha recibido fuertes críticas en los últimos días cuando se supo que las pulseras blancas que les repartieron a todos los participantes del show eran fabricadas con mano de obra superexplotada en fábricas chinas) tiene fuertes vínculos con el laborismo y la burocracia sindical. MPH invitó al ministro de finanzas de Blair, Gordon Brown, a participar en la manifestación del sábado 2 de julio, y elogió públicamente los esfuerzos hechos por Blair “en su lucha contra la pobreza”.
“La ilusión de una cruzada anti-establishment liderada por estrellas pop”, señala un comentarista británico, “sirve para diluir un gran movimiento político de bronca” (The New Statesnan 27/6). La participación de las bandas de rock busca lavarle la cara a los devaluados presidentes de los imperialismos inglés y yanqui. Según Bono de U2, “Blair y Bush son los John y Paul de la etapa del desarrollo global”. McCartney se prestó a tocar en el Live 8. Pero más respeto con la memoria de Lennon.