Cultura

2/5/2013|1266

Los documentalistas independientes dan un paso al frente

El sábado 27 se realizó una masiva asamblea abierta de documentalistas convocada por su asociación (Doca) para debatir los pasos a seguir en la lucha contra la resolución 982 del INCAA. Esa resolución disuelve el comité de evaluación autónomo para decidir el financiamiento de documentales, cuya selección pasa a depender por completo de la regimentación oficial. Luego de la movilización de doscientos realizadores frente a las puertas del Instituto, la gestión convocó a las seis asociaciones de directores que conforman el comité de evaluación disuelto por la resolución, para intentar una revisión de la medida en sus términos.


Allí la presidenta del INCAA, Liliana Mazure, se manifestó dispuesta a revisar cuestiones menores, pero en ningún caso el control de la designación de los comités de evaluación ni los topes a la cantidad de proyectos que analizarían esos comités. En cuanto al funcionamiento del comité se encargó de aclarar cuál era el sentido de esta resolución: no podía tolerar que no se aprobaran ciertos proyectos de organizaciones o personas afines al gobierno, mientras que había recibido pedidos de censura hacia otro que denunciaba a la burocracia sindical. Más claro, agua.


El debate público


Sólo Doca emitió un comunicado destacando el carácter de la reunión, denunciando la intención de tomar el control político del comité para aplicar la censura y el recorte.


La publicación por medios de la "corpo" desató la ira K y Mazure salió a contestar por el canal "público", acusando indirectamente a Doca de "querer enquistarse en el poder". Puso en evidencia que su lucha es por el poder de designación del comité y no por ninguna "democratización".


Dentro de la Red Argentina de Documentalistas (RAD) funcionarios de la gestión intentaron infructuosamente sacar un comunicado contra Doca acusándola de encarnar "un frente de la ultraizquierda con Lanata y Clarín contra la gestión nacional y popular" del INCAA. No lo lograron. Los documentalistas rechazaron el macartismo.


La publicación de las posiciones de Doca por estos medios no son el producto de ninguna alianza, sino de la censura de los medios públicos y de la corpo K.


La propia Mazure cínicamente saludó la movilización realizada diciendo que "le viene bien porque nadie critica al INCAA". Hace un año, una nota en Perfil daba motivos para comprender ese fenómeno. Mientras señalaba a Fernando Sokolowicz como primer beneficiario de los subsidios del instituto destacaba, a su vez, que el segundo era Patagonik Films, del grupo Clarín.


Sin embargo, tampoco es cierto que nadie critique al INCAA. Los medios de la "opo" le vienen reclamando hace años un recorte en sus beneficios, y que se hagan menos películas con más plata (para los Patagonik, claro). Desde el año pasado, se sumó a este reclamo Página/12 en una memorable columna de Horacio Bernardes. Aquí sí se consumó un frente -de Clarín y los K- contra los realizadores independientes.


Se puede parar


El atropello que significa la 982 encontró una gran resistencia. Mientras las maniobras para hacerla pasar no cesan, está planteada una prórroga por tres meses más del comité de evaluación. A la prórroga quisieron endosarle un amistoso párrafo, señalando que"las asociaciones trabajan conjuntamente con el INCAA en la mejora de la 982". Doca lo rechazó y logró que se retire.


El movimiento, que crece en participación y masividad, ya dejó planteado un plan de lucha. Vamos a una campaña nacional de apoyo a la lucha contra la censura y el recorte al cine documental y a un gran festival frente al INCAA para el viernes 10 de mayo.