Cultura

30/12/2019

Los trabajadores del Teatro Colón culminaron el año con un masivo concierto de protesta

Luego de varias jornadas de deliberación, los trabajadores del Coro Estable y la Orquesta Estable decidieron plegarse a las medidas de lucha que vienen tomando el Ballet Estable y la Orquesta Filarmónica por los derechos laborales y el salario, y este viernes 27 se realizó una acción unificada en forma de concierto sobre las escalinatas de la calle Libertad.


El evento contó con un público masivo que dio su apoyo con aplausos y “bravos” y recibió los volantes que los artistas repartían.


La acción dio continuación a las protestas que se hicieron en la función de la Orquesta Estable en  la Usina del Arte y en el estreno de El Lago de los Cisnes (y que llevaron a la dirección del teatro a suspender una gira a Mar del Plata por temor a nuevas medidas).


Durante el concierto tuvo centralidad la consigna de “recomposición salarial”, en un cuadro de caída en picada de los ingresos no solo de los trabajadores del primer coliseo sino del conjunto de los municipales de la ciudad. Cuando todo indicaba que terminaría otro año solo con promesas de mejoras para el siguiente, las bases dieron muestra de capacidad acción y rápida organización -en parte, porque el Ejecutivo decidió dar un ítem no remunerativo insuficiente y un bono de 7.000 pesos, que los trabajadores entendieron sabiamente como dilaciones ante la posibilidad de una acción directa y publica.


Estuvieron también presentes las consignas contra la flexibilización laboral y por “basta de maltrato”, en un reclamo que se hace sentir fuertemente en diversos sectores. Desde Sastrería son innumerables las denuncias formales e informales que recaen sobre la jefatura por agresiones físicas y psicológicas. También se reportan los maltratos por parte de Paloma Herrera –que tomaron relevancia mediática en las últimas horas-; la directora de la compañía de danza la maneja como si fuera privada, remarcando siempre que está contra la estabilidad laboral de los artistas y tratándolos de “sindicalistas” por defender el derecho a vacaciones o de que haya salarios iguales entre estables y contratados.


Un trabajador ha señalado a Tiempo Argentino (23/12) que “los bailarines han escrito muchas cartas por acoso laboral. Hay bailarines de gran trayectoria a los que, de un día para otro no los llamaron nunca más. No quieren hacer concursos porque prefieren tener gente contratada. También hay maltrato en actitudes de burla. La dirección del Teatro no recibe a los artistas. Cada vez que a la directora del Ballet se le pregunta algo ella dice que ese no es su tema. Tiene un secretario privado cuya función principal es pasarle información sobre lo que hacen los bailarines. Es una suerte de buchón con un sueldo altísimo. Todas las cartas que se mandaron por mesa de entrada dando a conocer malos tratos específicos se reenvían a Recursos Humanos cuya directora es Elizabeth Sarmiento, quedan cajoneadas y nunca salen a la luz. Muchas de estas cartas fueron colectivas y otras individuales. Cualquier persona que tenga un problema con Paloma Herrera es fustigada y corre el riesgo de no poder bailar nunca más".


Es remarcable que al cabo de ocho funciones, y pese a las maniobras clásicas de la burocracia sindical pejotista de Sutecba (estatales), los artistas del Ballet y de la Orquesta Filarmónica no dudaron en continuar con la protesta.


Eel Teatro Colón no es –no puede ser- una sala de alquiler para eventos privados, sino un recinto artístico para que los trabajadores y estudiantes disfruten de arte en forma accesible. Es por eso que el apoyo del público, que se expresó en este concierto, también será determinante en la etapa que viene.


Los trabajadores necesitamos seguir construyendo una organización independiente de las camarillas y del estado. ¡Brindamos por un 2020 de organización y lucha!